Los recientes escándalos protagonizados por el exgobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, a quien su hermano, el reconocido periodista y presentador de CNN, Chris Cuomo, estuvo asesorando durante esta crisis; llevaron a su exjefa a recordar un incómodo incidente sucedido en el 2005.
En una columna de opinión publicada en el diario The New York Times, la productora y reconocida periodista Shelley Ross; detalló cómo Cuomo interactúo con ella de manera inadecuada durante una fiesta de despedida de un colega en un bar de Manhattan.
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Ross, una exproductora para las cadenas ABC y CBS, reveló que el presentador la saludó agarrándole el trasero sin su consentimiento frente a su esposo y compañeros de trabajo.
«Cuando el señor Cuomo entró al bar del Upper West Side, caminó hacia mí y me saludó con un fuerte abrazo; al tiempo que bajaba una mano para agarrar y apretarme una nalga», relató en la columna Ross.
La escritora recordó que el periodista le dijo que podía darse ese privilegio ya que no fungía como productora ejecutiva para el programa Primetime Live, que éste presentaba.
«Puedo hacer esto ahora que ya no eres mi jefa», escribió.
A lo que esta contestó con un rotundo rechazo, empujándolo lejos de ella. Toda la escena sucedió frente a su esposo; quien presenció desde un sofá atónito. Al poco tiempo la pareja abandonó la velada.
Días después, Cuomo admitió su vergonzoso comportamiento a través de un correo electrónico donde se disculpó por sus actos.
«Ahora que lo pienso… estoy avergonzado», expresó Cuomo en el encabezado del correo electrónico compartido por Ross.
Pero los recientes actos de Cuomo han llevado a Ross a recordar esta indignante memoria y cuestionar la verdadera razón detrás de su disculpa.
Con la renuncia del exgobernador de Nueva York, a quien Chris Cuomo, según The Washington Post, instó a adoptar una posición desafiante al comienzo del escándalo y no renunciar, y su posterior actitud, aparentemente sin remordimientos, Ross se pregunta si el periodista realmente conoce el significado de «verdad» y «responsabilidad», en la era del movimiento #MeToo, luego de expresar su profunda consternación sobre el tema.
«¿Este hombre realmente se ha preocupado ‘profundamente’ sobre los asuntos de acoso sexual? ¿Realmente cree lo suficiente en la necesidad de asumir responsabilidad como para dar un paso adelante con acciones significativas?», se cuestiona Ross.
Tras revisar nuevamente este correo electrónico del 1 de junio de 2005, la misma pregunta de hace 16 años regresó a la mente de la productora.
La disculpa «no sincera» de Cuomo
«¿Estaba avergonzado por lo que hizo o estaba solo avergonzado porque mi esposo lo vio?», escribió Ross en la carta.
Después de todo, la exjefa aseguró que antes que nada en el correo electrónico, Cuomo se disculpó primeramente con su «buen y noble esposo», antes de dirigirse a ella.
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«El señor Cuomo puede decir que esto es una disculpa sincera. Yo siempre la he visto como su intento por cubrirse legal y moralmente para evadir su responsabilidad», dijo.
Aún así, Ross asegura que no le guarda rencor al presentador y que no desea que pierda su trabajo, pero a la luz de las reacciones en el círculo de antiguos colaboradores y asesores del exgobernador, piensa que esta situación pudiera ser una excelente una oportunidad tanto para él, como para su empleador, CNN, de demostrar el verdadero significado de tomar responsabilidad, y abrir un debate sincero sobre este tema, en una era donde se busca un verdadero cambio de mentalidad.
Cuando The New York Times pidió un comentario al presentador de CNN; Cuomo alegó escuetamente que: «esta interacción (como reconoce la propia Shelley) no fue de naturaleza sexual. Sucedió hace 16 años en un entorno público, cuando ella era una alta ejecutiva en ABC. Entonces le pedí disculpas y lo decía en serio».
