El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump y varios de sus hijos son demandados por la fiscal del estado de Nueva York por actos de fraude y tergiversación fiscales de su grupo empresarial, la Organización Trump.
“Estamos tomando acciones legales contra Donald Trump por infringir la ley […] con el fin de generar ganancias para él, su familia y su negocio”; dijo la fiscal en una conferencia de prensa.
Según ha detallado James en una demanda de más de 200 páginas, el exmandatario y sus hijos estarían presuntamente involucrados en un fraude expansivo; que duró más de una década. Y afectó a todos los niveles de la Organización, y del que el propio Trump se lucró.
Donald Trump violó leyes estatales y penales
“Estos actos de fraude y tergiversación […] fueron cometidos por la alta gerencia de la Organización Trump, como parte de un esfuerzo común para cada Declaración (fiscal) anual. Y fueron aprobados en los niveles más altos de la Organización Trump, incluido el mismo señor Trump”; reza el escrito.
Igualmente, James considera que Trump y el resto de demandados podrían haber violado leyes estatales y penales; con lo que ha remitido el caso a la oficina del fiscal federal para el distrito sur de Nueva York y al Servicio de Impuestos, según recoge la cadena de televisión CNN.
Today, I filed a lawsuit against Donald Trump for engaging in years of financial fraud to enrich himself, his family, and the Trump Organization.
There aren't two sets of laws for people in this nation: former presidents must be held to the same standards as everyday Americans.
— NY AG James (@NewYorkStateAG) September 21, 2022
El origen de la demanda se remonta a marzo de 2019, cuando la declaración ante el Congreso de Estados Unidos del antiguo abogado de la Organización Trump, Michael Cohen, plantease preguntas sobre el “estado financiero potencialmente fraudulento” de la compañía.
Además de las demandas de la fiscalía del estado de Nueva York, hay varias investigaciones en curso en torno a Trump. Incluyendo una sobre archivos oficiales en poder del expresidente, que llevó a un registro por parte del FBI de la residencia del magnate republicano en Mar-a-Lago en Florida.