Terror viven muchas personas en Estados Unidos y ejemplo claro de depravación es Francisco Armenteros Palacios, de 56 años, supuesto sacerdote de rito vudú y residente de Miami, quien enfrenta tres cargos por delitos graves después de que la policía lo acusó de violar dos veces a una mujer a punta de cuchillo.
Según el informe, Palacios y la mujer se encontraban bebiendo en una vivienda la madrugada del domingo, cuando él le pidió sexo oral a la víctima. Luego insistió “continuamente”; la policía dijo que la mujer le dijo que no y le explicó que los dos eran “solo amigos”.
“Tendrás sexo conmigo”, respondió, según el informe. La policía dijo que la víctima comenzó a empacar sus pertenencias para irse, pero la puerta de la casa estaba cerrada con llave y no pudo encontrarla.
Según la policía, fue entonces cuando Palacios sacó una navaja y le dijo a la mujer “vas a tener sexo conmigo”. La víctima corrió al baño, pero el hombre le dijo que abriera la puerta o la “patearía”; escribieron los detectives. Cuchillo en mano, le ordenó que se quitara la ropa y procedió a violarla.
Sacerdote de rito vudú viola dos veces a mujer en Miami
ARREST: Miami police accuse Francisco Armenteros Palacios, 56, a voodoo priest, of raping a woman at knifepoint twice. https://t.co/RObYRNBH2b
— WPLG Local 10 News (@WPLGLocal10) November 28, 2022
La policía dijo que después de unos minutos, la víctima le “rogó” que se detuviera, lo cual hizo. Los oficiales escribieron que la víctima se vistió, comenzó a empacar nuevamente y le pidió a Palacios que abriera la puerta para poder irse.
Fue entonces cuando sacó el cuchillo nuevamente y le dijo que “regresara a la habitación” porque “no había terminado” y violó a la mujer nuevamente. Luego de terminar, se vistió y arregló sus maletas y Palacios le indicó dónde estaba la llave para que pudiera salir; dice el informe.
El informe indica que durante el interrogatorio policial, Palacios primero dijo que la mujer se fue sola después de beber durante unas horas, luego cambió su historia para decir que los dos tuvieron sexo “consensuado” después de beber.
También le dijo a la policía que no tenía una navaja y que “no encontrarían una si (el detective) buscara”, según el informe. Sin embargo, tras una orden de registro de la casa, la policía encontró la navaja en el gabinete de la cocina “oculta bajo numerosas bolsas de plástico”.