El Senado de Carolina del Sur ha votado a favor de agregar el pelotón de fusilamiento a la silla eléctrica como métodos alternativos de ejecución de los presos condenados a muerte en caso de que el estado no disponga de inyecciones letales.
El proyecto de ley, aprobado este martes por 32 votos a favor y 11 en contra (con el apoyo bipartidista de varios demócratas), permitiría al estado reiniciar las ejecuciones después de casi diez años.
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Carolina de Sur se convertirá así en el cuarto estado del país que permite el fusilamiento como método para aplicar la pena de muerte después de Utah, Oklahoma y Misisipi. Es también uno de los nueve estados que utilizan la silla eléctrica.
Sus leyes actuales permiten que los presos escojan entre la inyección letal y la silla eléctrica como forma de ejecución, pero la inyección letal es el método predeterminado que se aplica cuando un condenado se niega a hacer una elección. Los presos no pueden ser ejecutados por electrocución a menos que hayan elegido ese método.
La escasez de inyecciones ha permitido a muchos reclusos escapar de la pena capital. Desde que se llevó a cabo la última ejecución en mayo de 2011, el número de condenados en el corredor de la muerte en Carolina del Sur ha bajado desde una sesentena a 37 debido a las muertes naturales y a que algunos prisioneros consiguieron a través de apelaciones permutar sus condenas a cadena perpetua.