Para los niños estadounidenses, las tradicionales visitas a Papá Noel no pueden llevarse a cabo como de costumbre este año debido a la pandemia. Así que para protegerlos y proteger a los hombres, en general mayores, que visten el traje rojo, los encuentros tienen lugar por videoconferencia.
"No me tomo a broma la pandemia", dice Joe Harkins, un Papá Noel de Nueva Jersey de 87 años. "No voy a arriesgar la vida por un acontecimiento público o familiar. Es demasiado peligroso", añade.
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Como muchos de sus compañeros de profesión, Harkins eligió realizar su trabajo por internet.
El octogenario creó incluso su propia empresa "Santa Encounters" (Encuentros con Papá Noel), que permite grabar vídeos personalizados para los niños.
"Por definición, la mayoría de los Papás Noel están en la categoría de riesgo (ante el covid-19), ya sea por su edad o por sus antecedentes médicos", dice Ric Erwin, el presidente de la Órden Fraternal de los Verdaderos Papás Noel Barbudos, con sede en California.
"Eso es aún más problemático porque nuestra clientela son niños pequeños, que son conocidos vectores de todo lo infeccioso", añade.
"Primera vez en 30 años"
Para John Sullivan, un Papá Noel de 81 años del estado de Illinois, las visitas sólo se celebran en línea. Por primera vez en 30 años de carrera, no verá a ningún niño en persona.
El lado positivo de ese cambio es la posibilidad de hablar con los padres antes del encuentro y obtener de antemano información sobre los niños.
"Me entero de sus nombres, de los de los sus hermanos y hermanas, de lo que quieren, el nombre de su mascota, etc. Así, cuando empiezo a hablar con los niños, piensan: 'este Papá Noel lo sabe todo de mí'", explica Sullivan.