Las ejecuciones de condenados a muerte en Estados Unidos alcanzaron su nivel más bajo en casi 30 años en 2020, dijo el miércoles un organismo de control independiente, a pesar de un aumento sin precedentes de ejecuciones por parte del gobierno federal antes de la salida de la actual administración.
Un informe de fin de año del Centro de Información sobre la Pena de Muerte señala que 17 presos fueron ejecutados en 2020 en Estados Unidos, cinco menos que en 2019.
Por lo tanto el número total de ejecuciones, a nivel estatal y federal, es el más bajo desde 1991.
"Las ejecuciones se detuvieron por completo en julio a nivel estatal debido a las preocupaciones de salud pública relacionadas con el covid-19", dice el informe, que también señala que esta caída en las ejecuciones es parte de una "tendencia a largo plazo".
Colorado se convirtió en 2020 en el estado 22 de 50 en abolir la pena de muerte.
Políticas defasadas
Pero al mismo tiempo, la administración de Trump puso fin a una moratoria de 17 años sobre las ejecuciones federales en julio, cuando el supremacista blanco Daniel Lewis Lee recibió una inyección letal.
Sin el aumento significativo de las ejecuciones ordenadas por la administración Trump, el número total sería aún menor. De los 17 condenados a muerte ejecutados, 10 lo fueron por el gobierno federal.
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"Lo ocurrido en el resto del país demostró que las políticas de la administración no solo estaban desfasadas respecto a las prácticas históricas de los presidentes anteriores, también estaban completamente desfasadas con las prácticas actuales de los estados", afirmó el director ejecutivo del Centro, Robert Dunham, en el comunicado de prensa que acompaña al informe.
Estados Unidos reanudó las ejecuciones a nivel federal en julio por orden del fiscal general del país, William Barr, tras una moratoria de 16 años. https://t.co/7eVKRs0CWA
— Proceso (@proceso) December 13, 2020
"Antes del fin de 2020, el gobierno federal llevó a cabo más ejecuciones en cinco meses que cualquier presidencia de los siglos XX y XXI", señala el informe.
Las tres ejecuciones llevadas a cabo desde el 3 de noviembre por la administración Trump son también "las primeras en más de un siglo" ordenadas por un gobierno saliente derrotado en las urnas.
Durante 131 años, los presidentes salientes suspendieron tradicionalmente las ejecuciones federales durante el período de transición, informó AFP.