Charisse Stinson, de 23 años, se declaró culpable esta semana del asesinato de su hijo Jordan Belliveau, de dos años, quien murió en el 2018 de una brutal golpiza.
La madre reportó a su bebé como desaparecido la mañana del 2 de septiembre del 2018. Después de que la policía iniciara una búsqueda, encontraron el cadáver del niño en una zona boscosa en Largo, Florida. Su cuerpecito mostraba moretones y heridas.
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La madre al principio le mintió a los investigadores, diciendo que un extraño le había dado un aventón en su auto, la había dejado inconsciente de un golpe y había secuestrado a su hijo.
Stinson luego admitió que ella golpeó al niño, tirándolo contra la pared y causándole un fuerte golpe en la cabeza. Una autopsia confirmó que el niño había muerto de una golpiza. Antes de ser sentenciada, la mujer habló en la corte frente al juez, reporta WFLA.
"Quiero que la corte sepa que no soy la misma Charisse que llegó aquí", dijo. "He hecho muchas cosas para cambiar y seguiré cambiando".
La mujer asegura que estar en la cárcel la ha transformado. "Estaba tan enojada y tenía tanta amargura cuando entré a la prisión y ahora estoy libre mentalmente. Ya no estoy esclavizada y eso es un regalo que Dios me ha dado. Quiero agradecer a mi hijo por eso".
Asesinato de su hijo
El departamento de policía de Largo dijo en un mensaje que "este caso ha tocado las vidas de muchas personas en nuestra región".
La triste historia del niño motivó a los legisladores en Florida a crear la "ley de Jordan", que tomó efecto el 1 de julio, para ayudar a identificar las señales de alerta de menores de edad que están en peligro o en situaciones de abuso antes de que sus casos se vuelvan traumáticos o fatales, como en el caso de Jordan. Que en paz descanse.