Al menos 24 personas fueron detenidos el jueves durante las protestas raciales en la ciudad de Louisville, Kentucky, tras el fallo judicial en el caso del asesinato de la afroamericana Breonna Taylor a manos de agentes policiales.
"Durante la noche, al menos 24 personas fueron detenidas por distintos cargos, incluidas por reunión ilegal, rechazo a dispersarse y disturbios", comunicó el Departamento de Policía de Louisville.
Las autoridades de la ciudad estadounidense de Louisville, en el estado de Kentucky, declararon este miércoles el toque de queda en medio de las protestas raciales registrados en la localidad.
En las ciudades de Los Ángeles, Seattle, Portland y San Diego también se desarrollaron protestas después de que el gran jurado de Kentucky dictaminara que dos de los agentes que abrieron fuego contra Taylor tenían justificación para apelar a la fuerza en defensa propia.
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Breonna Taylor fue asesinada en marzo cuando tres agentes de policía ejecutaron una orden de registro de drogas.
Desde entonces, activistas, celebridades y manifestantes se han propuesto mantener su nombre en el ciclo de noticias y pedir justicia por su muerte.
Polémica decisión judicial
Brett Hankison, uno de los tres agentes involucrados en el tiroteo contra Taylor, fue imputado por poner en peligro la vida de los demás, en este caso tres vecinos de la víctima.
Pero ni Hankison ni los otros dos policías que efectuaron los disparos que mataron a Taylor fueron inculpados por el homicidio de la enfermera de 26 años, una decisión "escandalosa e insultante", según el abogado de la familia de la víctima, Ben Crump.
Taylor murió el 13 de marzo por la noche, cuando un grupo de policías derribó la puerta de su casa sin aviso previo, en un allanamiento por drogas que terminó sin encontrar pruebas.
El novio de Taylor tenía un arma registrada, creyó que era un robo e hizo un disparo. La Policía respondió con una lluvia de tiros y mató a Taylor.
Hankison disparó diez balas, algunas de las cuales alcanzaron el apartamento vecino al de Taylor, "poniendo a tres personas en grave peligro de heridas físicas o de muerte", dijo el fiscal.
Sus otros dos colegas, Jonathan Mattingly y Myles Cosgrove, que habían sido destituidos en junio, no fueron inculpados de ningún cargo al haber, según el fiscal, actuado en estado de legítima defensa.
La investigación no determinó cuál de los policías mató a la mujer.