Nuevo escándalo sacude a los centros de detención en EE.UU.

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El caso, que ya se convirtió en un escándalo con repercusión internacional, habría empezado en el estado Georgia, en el Centro de Detención del Condado de Irwin, que arrastra múltiples y añejas denuncias por abusos e irregularidades y que es operado por LaSalle Corrections, una de las empresas que manejan las prisiones privadas, que se han convertido en uno de los negocios más lucrativos de este país.

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La congresista demócrata Pramila Jayapal, vicepresidenta del Subcomité de Inmigración y Ciudadanía, es una de las principales impulsoras de las investigaciones para sancionar a quienes estén involucrados en procedimientos médicos forzosos innecesarios padecidos por mujeres migrantes.

La semana pasada, Jayapal se refirió en un comunicado a las denuncias realizadas por Dawn Wooten, una enfermera del Centro de Detención de Irwin, y Project South, una organización no gubernamental que trabaja por la justicia social en el sur de EE.UU., en torno a los tratamientos forzosos aplicados en los últimos años por el ginecólogo Mahendra Amin.

"Me ha quedado dolorosamente claro que los informes iniciales probablemente sean parte de un patrón de conducta", lamentó la congresista.

También explicó que hay por lo menos cinco abogados independientes, que representan a las mujeres que denuncian haber sido sometidas a esterilizaciones forzadas innecesarias o procedimientos por parte de Amin. Aunque hasta ahora hay entre 17 y 18 migrantes involucradas, Jayapal advirtió que es posible que existan muchos otros casos similares sufridos por mujeres que ya fueron deportadas o que carecían de representación legal.

"Mis conversaciones con los abogados fueron asombrosas y representan la más abominable de las violaciones de derechos humanos. Una mujer, Pauline, que estuvo a punto de ser deportada esta mañana, consultó al médico simplemente sobre su ciclo menstrual. La sometieron a lo que le dijeron que sería un procedimiento simple, solo para despertar y descubrir que el médico le había extirpado parte de sus órganos reproductivos sin su conocimiento o consentimiento", contó la demócrata.

Horror e indignación

Entre las historias documentadas por Jayapal se encuentra la de una mujer ya deportada que fue a ver al médico por una simple afección relacionada con la diabetes, y que presuntamente terminó siendo sometida a una cirugía ginecológica, mientras que dos migrantes más habrían denunciado que fueron esposadas a la camay sometidas a procedimientos quirúrgicos, incluida una extirpación del útero, sin ningún consentimiento.

"Estoy horrorizada e indignada al escuchar estas historias, que contienen muchas coherencias y plantean serias preguntas no solo sobre este médico en particular, sino sobre todo el sistema de detención, en gran parte con fines de lucro, que es cómplice de los abusos de derechos y que durante mucho tiempo ha pisoteado y pasado por alto e ignorado descuidado la salud, el bienestar y los derechos humanos de los inmigrantes", señaló.

Jayapal ya pidió que el Congreso investigue las denuncias y que se suspendan las deportaciones de las migrantes que fueron víctimas de los tratamientos para que puedan testificar.

La congresista advirtió que la causa debe ir mucho más allá del centro de detención de Irwin, ya que los abusos médicos, incluida la atención obstétrica deficiente, bajo la custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE por sus siglas en inglés) se han documentado durante años.