La valla que ‘protesta’ contra Trump en la Casa Blanca

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Fue erigida en cuestión de horas, en el fragor de las protestas que sacudieron a Estados Unidos a raíz de la muerte de George Floyd, pero hoy la valla que el presidente Donald Trump puso entre él y los manifestantes frente a la Casa Blanca se ha transformado en un símbolo contra la violencia racial y de unión en medio de la diversidad.

 

Pedazos de tela o de papel con llamados a respetar la vida, a rechazar el racismo, a favor de la igualdad y contra la supremacía blanca han cubierto el rejado que mantuvo a raya a centenares de manifestantes que durante varias noches ensordecieron a Trump tras el fallecimiento de Floyd a manos de un policía blanco.

Una estructura que reclama 

 

Acallados los gritos, el «muro», silenciosa pero repetidamente, clama por el respeto a la vida, en especial de los afroamericanos.

Este martes, muchos llegaban hasta ahí mientras recordaban que en Texas era sepultado un hombre cuyo martirio en medio de un operativo policial ha reabierto la herida profunda que representa para este país el tema racial.

 

«Se supone que la Casa Blanca es la casa del pueblo y colocan barricadas frente a la Casa Blanca para supuestamente proteger al presidente, donde los hombres negros están siendo asesinados aquí en las calles y no hay nadie para protegerlos», lamentó Fred Brewington, cuyo cobertor facial tenía las iniciales BLM, en alusión al movimiento Black Lives Matter («Las Vidas Negras Importan»).

Al recordar a la familia de Floyd, Brewington se dolió de que hayan perdido a un «hijo negro, un hermano negro, un padre negro en este sistema racista».

Con las horas contadas

 

Pero este nuevo espacio de protesta quizás tenga sus horas contadas. Medios locales han indicado que el Servicio Nacional de Parques y el Servicio Secreto tienen previsto reabrir parte del parque Lafayette Square -situado frente a la Casa Blanca y que fue epicentro de las recientes manifestaciones-, probablemente a partir de mañana miércoles.

 

En el lugar, por donde Trump caminó el pasado 1 de junio después de que fueran dispersados los manifestantes para que él pudiera posar ante los fotógrafos frente a una iglesia cercana, permanecerán algunas áreas cerradas debido a los trabajos de restauración por los destrozos y saqueos ocurridos tras las movilizaciones y que obligaron a declarar un toque de queda en una ciudad que ha cambiado los gritos por pintadas, informó EFE.