Una revitalizada tormenta tropical Cristóbal continuaba avanzando el sábado por el sur del golfo de México, siguiendo una ruta que se pronostica la llevará a la costa de Estados Unidos, acompañada de lluvias fuertes que causaron inundaciones y aludes en México y Centroamérica.
Tras debilitarse a depresión tropical luego de tocar tierra, Cristóbal regresó el viernes al golfo desde la Península de Yucatán y volvió a ganar fuerza de tormenta tropical.
Los meteorólogos pronostican que el ojo de Cristóbal toque la costa estadounidense el domingo por la noche y que gane algo más de fuerza durante el fin de semana, pero sin llegar a alcanzar la categoría de huracán.
El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, con sede en Miami, dijo en su comunicado de del sábado a las 7 de la mañana que los vientos de tormenta tropical podrían sentirse en la costa estadounidense desde el sábado por la noche.
Los vientos máximos sostenidos del meteoro eran de 85 kilómetros por hora (50 millas por hora) el sábado por la mañana, cuando avanzaba hacia el norte a 19 km/h (12 mph). El ojo de la tormenta estaba a unos 590 km (365 millas) al sur de la desembocadura del río Mississippi.
El Centro de Huracanes agregó que el meteoro podría arrojar lluvias intensas desde el este de Texas a Florida durante el fin de semana y principios de la semana próxima. Se activó una alerta por tormenta tropical en la costa norte del golfo, desde Intracoastal City, Luisiana, al límite entre los estados de Alabama y Florida.
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El gobernador de Luisiana, Bel Edwards, declaró el estado de emergencia para prepararse para la posible llegada de Cristóbal.
“Ahora es momento de hacer sus planes, que deben incluir artículos tradicionales de emergencia junto con mascarillas y desinfectante de manos, ya que continuamos luchando contra la pandemia del coronavirus”, dijo Edwards en un comunicado el jueves.
Cristóbal se formó esta semana en la Bahía de Campeche a partir de los restos de la tormenta tropical Amanda, que surgió en el Pacífico oriental el fin de semana pasado y golpeó Centroamérica. Los dos meteoros combinados empaparon la región con hasta 89 centímetros (35 pulgadas) de lluvia en algunas zonas durante la semana pasada. Las autoridades atribuyeron a menos 30 muertes a las dos tormentas y a las inundaciones y deslaves que causaron.
En Bacalar, en el sur del estado mexicano de Quintana Roo, 230 familias quedaron aisladas por las lluvias y tuvieron que ser evacuadas por aire, informó el viernes David León, coordinador nacional de la agencia nacional de Protección Civil. En 75 municipios de siete estados se registraron daños leves, agregó.