El embajador de EE.UU. ante la Unión Europea, Gordon Sondland, está en medio de acusaciones de conducta sexual indebida por supuestos incidentes con tres mujeres, que habrían tenido lugar cuando todavía no ocupaba este cargo, informa ProPublica, detallando que los casos abarcan un período de siete años que terminó hace menos de una década.
Una de las mujeres afirma que era su potencial socia de negocios y que Sondland le agarró la cara y trató de besarla cuando la llevó a una habitación de hotel, y cuando la mujer rechazó sus molestias Sondland dio marcha atrás en sus planes de invertir en su negocio.
Otra mujer, que era su asociada en el trabajo, declaró que Sondland "se expuso" durante una interacción laboral y recuerda haberse caído en la parte de atrás de un sofá en un intento de alejarse de él. Cuando su ausencia de interés quedó clara, Sondland supuestamente la llamó, gritando sobre su desempeño en el trabajo.
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La tercera mujer, 27 menor que el embajador de EE.UU. ante la UE, contó que quedó con él para hablar sobre un potencial trabajo y Sondland se abalanzó sobre ella y la besó. La supuesta víctima de conducta sexual inapropiada afirmó haberlo empujado, pero después de aquello se quedó sin ayuda laboral de Sondland.
"Acusaciones inventadas"
Sondland rechaza rotundamente las acusaciones en su contra. "En décadas de carrera en los negocios y asuntos cívicos, mi conducta puede ser corroborada por cientos de empleados y colegas con los que he trabajado en innumerables circunstancias", declaró en un comunicado.
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Según el embajador ante la UE, "estas afirmaciones falsas sobre toqueteo y besos indeseados son inventadas", y hasta "se coordinan con fines políticos". Además, subraya que a lo largo de 10 o 16 años desde que los hechos de los que lo acusan supuestamente ocurrieron, "nunca hubo mención alguna" al respecto "en cualquier forma", aunque no faltaban medios para airear las quejas.
"Es alarmante que este periodismo solapado fuera iniciado por una fuente enfadada porque hace mucho me negué a invertir en su revista", agregó Sondland. Su abogado, Jim McDermott, agregó que "notablemente, lo que cada una de estas tres mujeres tiene en común es que persiguieron al embajador Sondland por beneficios financieros o personales —una inversión, un trabajo, una correduría de seguros— y él rechazó sus propuestas".