La actriz estadounidense Pamela Anderson ha solicitado al primer ministro de Australia, Scott Morrison, que abogue por la liberación del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, advirtiendo que si el activista es extraditado a Estados Unidos sentará un precedente perjudicial para todos los periodistas.
Assange permanece actualmente encarcelado en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh en Londres, y afronta una solicitud de extradición por parte de EE.UU., donde enfrenta 18 cargos, entre ellos una presunta violación de la Ley de Espionaje por la que enfrentaría una condena de hasta 175 años de prisión.
Pamela Anderson tenía previsto intervenir esta semana ante el Parlamento australiano, pero el evento ha sido cancelado. En una transcripción del discurso que la actriz pretendía leer ante los legisladores, obtenida por el diario The Sydney Morning Herald, la autora denuncia que Assange está siendo objeto de una "tortura psicológica".
#Europa | Julian Assange podría ser extraditado a EE.UU. y ser condenado con hasta 175 años de prisión por espionaje.
— TN8 Nicaragua (@canaltn8) November 25, 2019
"Crímenes de guerra y corrupción sistemática"
"Todo australiano debe ser consciente de que si Julian Assange es extraditado" a Estados Unidos, "cualquier otro periodista" será "vulnerable a la ejecución o a 175 años de prisión simplemente por publicar hechos que le fueron entregados por denunciantes", escribió la actriz. "El precedente que se establecerá, pondrá en peligro a todos los australianos que se atrevan a publicar en Internet hechos que expongan crímenes de guerra y corrupción sistemática", agregó.
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Asimismo, Anderson pidió a Scott Morrison tomar medidas para salvar "a un héroe australiano". Al respecto, recordó al primer ministro que su predecesor había ayudado a conseguir la liberación de otro de sus conciudadanos, el director de cine James Ricketson, quien estaba en prisión en Camboya acusado de espionaje.
"Levante el teléfono y llame" al presidente de EE.UU., Donald Trump, y a su homólogo británico, Boris Johnson, "y dígales que hagan su parte para salvar el derecho democrático del pueblo en el mundo occidental y liberar a Julian Assange", urgió la estadounidense.
Assange "no quiere un trato especial"
Previamente, Morrison indicó que Canberra está brindando asistencia consular a Assange, pero dijo que el activista australiano no recibiría "ningún trato especial". Ante esto, Anderson manifestó que el fundador de WikiLeaks "no quiere un 'trato especial', solo quiere ser tratado como cualquier otro ciudadano y periodista australiano" que "no ha cometido ningún delito".
Por otro lado, esta semana más de 60 médicos de diferentes países expresaron "serias preocupaciones" sobre la salud física y mental de Julian Assange en una carta abierta enviada al ministro del Interior británico, Priti Patel. Basándose en "desgarradoras declaraciones de testigos oculares", los firmantes advirtieron que el activista australiano podría morir en prisión a menos que reciba atención médica urgente, informó RT.