Los Ángeles (EE.UU.), 25 oct (EFE).- La actriz estadounidense Felicity Huffman, conocida por su papel en "Desperate Housewives", salió este viernes de la cárcel, donde cumplió 11 días de una condena de dos semanas por participar en una red de sobornos millonarios para facilitar el ingreso de su hija en la universidad.
El plazo de Huffman para salir de prisión terminaba el domingo, pero es una política habitual que los presos salgan antes del fin de semana, según el programa de la Oficina Federal de Prisiones de EE.UU.
Además de su estancia entre rejas, la intérprete tendrá que pagar una multa de 30.000 dólares y realizar 250 horas de servicios comunitarios, a los que se sumará un año de libertad supervisada.
Huffman se entregó el pasado 15 de octubre a las autoridades en una prisión de la localidad de Dublin, situada en el norte del estado de California cerca de San Francisco.
"Huffman ya está lista para cumplir con su condena en prisión ordenada por la juez Indira Talwani, como parte de las penas impuestas por sus acciones", dijo en ese entonces su representante en un comunicado.
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La actriz fue sentenciada hace un mes en un tribunal de Boston: "Asumo absolutamente la responsabilidad de mis acciones. Mereceré cualquier castigo que usted me imponga", dijo ante la corte.
Huffman, de 56 años y nominada al Óscar en 2006, fue la primera condenada por su papel en la millonaria red de sobornos universitarios por parte de familias adineradas que destapó el pasado marzo el Departamento de Justicia y que afecta a 51 personas.
"Tratar de ser una buena madre no justifica" las acciones de Huffman, que "no fueron impulsivas", indicó la magistrada cuando anunció la sentencia.
Otra de los acusados es la actriz Lori Loughlin, conocida por su papel en la serie "Full House" y que, al contrario que Huffman, se ha declarado no culpable.
Loughlin y su marido presuntamente aceptaron pagar sobornos de 500.000 dólares a cambio de que sus dos hijas fueran aceptadas en el equipo de remo de la Universidad del Sur de California, a pesar de que no practicaban ese deporte, para así facilitar su admisión.
La red de sobornos atrajo un total de 25 millones de dólares, y los fiscales la consideran la mayor estafa de admisión universitaria descubierta en la historia del país.