Niños de inmigrantes detenidos dependen de extraños para sobrevivir

Un total de 680 migrantes, de quienes aún no se conocen sus nacionalidades, fueron detenidos ayer en un operativo realizado por ICE en conjunto a otras instituciones del Gobierno de EE. UU. uno de los más grandes realizados en Mississippi.

Tras lo ocurrido un medio de ese país, reportó la conmoción de varios niños hijos de los detenidos, quienes se quedaron sin un hogar a donde ir y con la incertidumbre de lo que ocurrirá con sus padres, a merced de la bondad de vecinos y algunas organizaciones.

Según relató el periodista Alex Love, del medio WJTV, líderes de Forest Mississippi se unieron para llevar a los niños para que pasaran la noche en un gimnasio, en tanto sus padres deben solventar su estatus migratorio ante una Corte del tipo migratorio, indico Lahora.gt 

Los niños dependían de vecinos y extraños para que los recogieran fuera de sus hogares después de la escuela. 

Luchando contra las lágrimas, Magdalena Gómez Gregorio, de 11 años, nos expresó su devastación.

"Gobierno, por favor, muestra algo de corazón", gritó Gregoria. "Deja que mis padres sean libres".

"Si bien somos una nación de inmigrantes, más que eso, somos ante todo una nación de leyes", argumentó el fiscal federal del distrito sur Mike Hurst. 

Pero aquellos niños y familias que hablaron con 12 News impactados por cada redada enfatizaron que sus padres y amigos son buenas personas. 

 

"Mi papá no hizo nada, no es un criminal"

"Necesito a mi papá y a mi mamá", dijo Gregorio a 12 News. "Mi papá no hizo nada, no es un criminal".

"Su madre ha estado aquí durante 15 años y no tiene antecedentes", nos dijo Christina Peralta. "Mucha gente aquí no tiene antecedentes de haber estado aquí durante 10-12 años".

Christina Peralta, la madrina de dos niños cuya madre fue arrestada, dijo a 12 News que se siente impotente mientras observa a los niños preguntarse cuándo volverán a ver a su madre. 

"Dijo que su madre se había ido, que estaba molesto con Trump, dijo que solo quería que su madre volviera", continuó Peralta. "Y han estado llorando todo el día desde que llegaron a casa de la escuela".

Pero con la ayuda del propietario de Clear Creek Boot Camp, Jordan Barnes y otros líderes de la comunidad, los niños tendrán un lugar para dormir. Los buenos samaritanos también han donado alimentos. 

"Vamos a tener ropa de cama disponible para ellos y vamos a tener comida disponible para ellos solo para pasar la noche", explicó Barnes. "Y si necesitan transporte para ir a la escuela mañana, también nos encargaremos de eso".

Y en momentos como estos, aquellos en Forest estresan que no pueden olvidar a los niños.

"Entiendo la ley y cómo funciona todo y todo debe tener un sistema", declaró Barnes. "Pero todo el mundo necesita tener a los niños en primer lugar en sus mentes y eso es lo que hemos tratado de hacer aquí es darles un lugar para quedarse y aliviar un poco el dolor".