Corin Ward, de 30 años, ha sido detenida este jueves por la Policía de Jacksonville (Florida, Estados Unidos) después de grabar y difundir un vídeo de su hija menor en el que aparece chupando un bajalenguas y colocándolo en el frasco junto a los demás. La madre podría enfrentarse a una pena de 30 años de cárcel y a abonar el pago de una multa por valor de 10.000 dólares.
La mujer ingresó en la prisión del Condado de Duval alrededor de las 11:00 horas de la mañana acusada de un delito de manipulación de un producto de consumo sin tener en cuenta que con ello podría haber provocado "lesiones corporales" o, incluso, la "posibilidad de muerte" a otra persona, según informa el canal local News4Jax.
El vídeo, que se ha hecho viral en las redes sociales, fue grabado en la sala de un centro de atención médica familiar, ubicado en el barrio de Fort Caroline. En él se observa a la menor coger un depresor lingual, chuparlo y devolverlo al tarro en el que se encontraban el resto de productos para otros pacientes. El personal de la propia clínica alertó a las autoridades de lo ocurrido cuando vieron las imágenes.
En una entrevista, la propia acusada reconoció haber publicado el vídeo a Snapchat acompañado de un texto: "No me digas cómo vivir mi vida".
Este no es el primer caso en el que lo que pretendía ser una broma a cámara se convierte en una posible estancia entre rejas. A principios de este mes, una adolescente subió a las redes sociales un vídeo en un supermercado en el que aparecía lamiendo un helado y devolviéndolo a la nevera. La ley del estado de Texas castiga cualquier acto que amenace con manipular un producto de consumo con penas de hasta 20 años de cárcel.