La alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, ha afirmado este lunes a través de un comunicado que está "horrorizada" por las condiciones en que EE.UU. mantienen a los inmigrantes y los refugiados detenidos, incluidos niños, reporta Reuters.
“Como pediatra, pero también como madre y ex jefa de Estado, estoy profundamente impactada de que unos niños sean obligados a dormir en el suelo en instalaciones superpobladas, sin acceso a cuidados de salud o a alimentos adecuados y en malas condiciones sanitarias”, declaró Michelle Bachelet en un comunicado.
"Detener a un niño puede tener graves consecuencias"
“Detener a un niño, aunque sea por periodos breves y en buenas condiciones, puede tener graves consecuencias sobre su salud y su desarrollo. Piensen en los daños causados cada día si se deja que esta situación alarmante perdure”, agregó.
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Según Prensa Libre, varias órganos de derechos humanos de Naciones Unidas han advertido que la detención de niños migrantes podría constituir un trato cruel, inhumano o degradante, prohibido por el derecho internacional.
En mayo, 144 mil personas fueron recluidas en centros de detención por la policía fronteriza. Pero no hay suficiente espacio en esos sitios ni en los centros de acogida donde normalmente se transfiere a los menores y familias.
'Alerta de gestión'
El informe titulado 'Alerta de gestión' fue presentado a principios de julio por auditores del Gobierno de EE.UU. En él fueron publicadas impactantes imágenes que exhiben un "serio hacinamiento" de personas en las instalaciones de la Patrulla Fronteriza de Valle del Río Grande, en el sur de Texas. El documento insta al Departamento de Seguridad Nacional a tomar medidas en cuanto a las condiciones en los centros de detención de las inmigrantes indocumentados.
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Un informe del Departamento de Seguridad Interior estadounidense (DHS), que controla a la policía fronteriza, admitió la semana pasada que hay una “sobrepoblación peligrosa” en muchos centros de acogida de migrantes clandestinos, principalmente centroamericanos que huyen de la violencia y la miseria en su país.
Para Bachelet, “toda privación de libertad de los migrantes y refugiados adultos debería ser una medida de último recurso”.