Este jueves, California (EEUU) sufrió las consecuencias del terremoto de mayor magnitud que afecta al Estado en 20 años, desde 1999. La región se ubica sobre la falla de San Andrés, por lo que los movimientos sísmicos son frecuentes -e intensos- en ese área. Los temblores, además, también suelen provocar algunos daños la región de Baja California, perteneciente a México.
Pero mucho antes de todo eso, en menos de 30 años, un seísmo de enorme intensidad azotará la zona sur de la falla, que durante los últimos 300 años ha registrado escaso movimiento. La falta de actividad en un 'área caliente' no es una buena noticia; al contrario, revela una gran concentración de energía que terminará por explotar en forma de temblor.
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Falla de San Andrés
Tras varios años de investigaciones sobre la acumulación de sedimentos en la falla de San Andrés, la geóloga de la Universidad Estatal de Utah, Susanne Jänecke, asegura que tiene la certeza del lugar en el que se originará este megaterremoto. Sus trabajos han estudiado el "patrón" que los continuos temblores dejan en la geografía californiana, que han creado una estructura escalonada, a la que han bautizado como "Escalera Durmid".
Una vez conocido este "patrón", es más sencillo prever dónde ocurrirá el siguiente sismo. La investigadora asegura también que los sismos futuros en esa zona podrían desencadenar una cascada de temblores a lo largo del extremo sur de la falla.
Además, el equipo de Jänecke ha descubierto que parte de la falla estaba enterrada bajo sedimentos, por lo que los resultados de su trabajo han podido afinar mejor dónde este futuro terrmoto tomará tierra.
La buena noticia -eso sí, que el lugar señalado por Jänecke está algo más lejos de las zonas urbanas, como Los Ángeles, que el epicentro previsto hasta ahora.