El gurú estadounidense Keith Raniere fue declarado culpable este miércoles por un tribunal neoyorquino de todos los cargos que se le imputaron por liderar una organización en la que se rodeó de esclavas sexuales.
El hombre de 58 años estaba acusado, entre otros cargos, de tráfico sexual, extorsión, delincuencia organizada, amenazas y abuso a menores. Su condena se conocerá en septiembre de este año.
Raniere disimulaba esas prácticas tras una organización creada en 2003, Nxivm (pronunciado Nexium), cuyo objetivo oficial era ofrecer formaciones para una mayor realización personal de sus integrantes.
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Más que pruebas
Entre las pruebas presentadas en el proceso hubo documentos, correos electrónicos, grabaciones de audio y testimonios presentados por más de una docena de personas, incluyendo a mujeres que habían sido esclavas de DOS.
Las mujeres que testificaron ofrecieron un vistazo espeluznante y a veces surreal de la vida dentro del grupo, en el que Raniere era idolatrado y parecía tener un amplio poder.
Desde el comienzo el gurú mantuvo bajo su influencia a un círculo de entre 15 y 20 mujeres con las que tenía relaciones sexuales a su antojo. Uno de ellas apenas tenía 15 años.
Raniere un experto manipulador
Durante las seis semanas de juicio, la acusación describió a Raniere como un manipulador, capaz de utilizar los resortes psicológicos clásicos para mantener a sus fieles bajo control.
El gurú se apoyaba también en una red de mujeres que reclutaba a nuevas integrantes con las que acababa manteniendo relaciones sexuales.
La defensa del acusado intentó durante el juicio hacer una distinción entre las implicaciones morales y legales del comportamiento de Raniere.
El principal abogado del acusado, Marc Agnifilo, reconoció que la actitud del gurú podía parecerle más que dudosa a los miembros del jurado, pero recordó que eso no lo convertía en un delincuente.
Raniere, que se hacía llamar “Vanguard” (Vanguardia), siempre ha afirmado que las relaciones sexuales que mantenía con los miembros de la secta eran consentidas.
La justicia imputó en un principio a seis personas por este caso, pero los cinco coacusados de Raniere se declararon culpables y evitaron así el juicio.
Solamente una de esas personas testificó durante el juicio del gurú. La actriz Allison Mack y la heredera de la compañía de licores Seagram, Clare Bronfman, que se habían declarado culpable, no fueron citadas a declarar.
Crimen organizado: culpable
Conspiración de crimen organizado: culpable
Conspiración de fraude: culpable
Conspiración de trabajo forzado: culpable
Tráfico sexual: culpable
Conspiración de tráfico sexual: culpable
Intento de tráfico sexual: culpable https://t.co/M7g4wUfEEh— CNN en Español (@CNNEE) June 19, 2019