En Carolina del Norte, un tiburón atacó este domingo a mediodía a una adolescente de 17 años que se bañaba en la playa del parque estatal Fort Macon, en el condado de Carteret.
Paige Winter perdió una de sus piernas a la altura de la rodilla, algunos dedos de las manos y sufrió importantes lesiones en la pelvis. Logró sobrevivir gracias a su padre, que se encontraba con ella, y que golpeó al tiburón más de cinco veces para que liberara a la joven.
"Gracias a dios que nuestro hijo estaba con ella. Pegó al tiburón cinco veces en la cara hasta que la soltó. Ojalá hubiéramos estado con ellos", escribió en Facebook la abuela de Paige, Janet Winter.
Bomberos y paramédicos arribaron al lugar sobre las 12:19 horas, tras recibir la llamada de emergencias. De inmediato trasladaron a la adolescente en helicóptero hasta el hospital Carteret Health Care, a unos 130 kilómetros al norte de la playa, en la ciudad de Morehead.
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"Su familia quiere expresar su aprecio a los socorristas que la atendieron, a las personas que estaban en la playa y que la ayudaron, y a su heroico padre que le salvó la vida", informó el Centro Médico Vidant de Greenville en un comunicado, después de indicar que la joven se encuentra "en buenas condiciones y recibiendo excelentes cuidados".
Según las publicaciones de la abuela de Paige en Facebook, su nieta "continúa viva pero perdió una pierna. Quizás necesite un trasplante de mano en el futuro y varias cirugías en la otra".
La madre de la adolescente, Marcy Winter, también compartió una actualización en la red social a última hora del domingo: "Paige ya salió de la cirugía y está despierta, aún bastante groggy pero ya gastando bromas. Quiere que todo el mundo sepa que los tiburones todavía la parecen buenos", escribió.
En este sentido, el hospital también recalcó en su comunicado el sentimiento de Paige: "A pesar de su desafortunado incidente, es una defensora inquebrantable de la vida marina y de los animales que viven en el agua", apuntó. "Desea que la gente siga respetando a los tiburones en su hábitat y que no los lastimen", agregó el centro.
A pesar de las buenas intenciones de la joven, para algunas personas como Chad Morgan, que dirige Reel Faith Fishing Charters -que lleva a turistas y aventureros de pesca-, los tiburones se han convertido en un gran problema en el área.
Precisamente en los estados de Carolina del Norte y del Sur, un equipo de científicos de la organización OCEARCH alertó a mediados de mayo de la presencia de seis enormes tiburones blancos en las costas. Entre ellos se encontraba Luna, una hembra que con 4.5 metros de largo y 1.000 kilos de peso es el ejemplar más grande que ha monitorizado el grupo.
También asediaban el litoral de las Carolinas Jane, Caroline y Katherine. A pesar de la alta presencia de esta especie, los expertos aseguraron que los bañistas no tenían nada que temer, pues los animales se encontraban lejos de las playas.
Con el ataque de Page Winter ya son 16 los contabilizados en EEUU desde que comenzó el 2019. La mayoría de ellos en Florida.
Hace una semana, un turista estadounidense de 65 años murió en Hawaii después de que un tiburón le arrancara la pierna.