Un empleado municipal de una ciudad de la costa este de Estados Unidos abrió fuego este viernes en un edificio público matando a 12 personas antes de ser abatido por la policía.
Esta nueva tragedia en un país marcado por la violencia de las armas de fuego se produjo en Virginia Beach, una ciudad de 450.000 habitantes situada a unos 300 km al sur de Washington.
«Tenemos ahora 12» víctimas fallecidas, declaró en una rueda de prensa el jefe de la policía local, James Cervera.
El saldo anterior de 11 muertos fue revisado al alza tras el fallecimiento de una víctima que «sucumbió a sus heridas camino al hospital». Otras cuatro personas que resultaron heridas fueron trasladadas a hospitales de la zona, precisó el responsable policial.
Las autoridades no indicaron de momento el nombre y las motivaciones del agresor.
El tiroteo se produjo poco después de las 16:00 locales (20:00 GMT), cuando un hombre armado, «empleado desde hacía tiempo» del municipio, entró en uno de los edificios del complejo municipal de Virginia Beach y «de inmediato comenzó a disparar indiscriminadamente«, relató Cervera.
Una de las víctimas murió en el exterior, cerca de su automóvil. Las demás fueron halladas en los tres pisos del inmueble.
«El sospechoso disparó luego a la policía», que respondió y mató al atacante tras un tiroteo. Uno de los policías se «salvó» gracias a su chaleco antibalas, según Cervera.
Según el responsable policial, el agresor estaba armado con una pistola de calibre 45 con silenciador, que recargó varias veces.
Los policías «impidieron a este individuo cometer una matanza aún peor en este edificio» que puede albergar hasta a 400 personas, según Cervera.
En el lugar donde ocurrió el tiroteo, que según Cervera parece una «zona de guerra«, las autoridades encontraron el arma y varios cargadores vacíos.
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Megan Blanton, de 30 años, estaba en el edificio cuando todo comenzó. «Me pareció una eternidad«, dijo al diario local The Virginian-Pilot.
Arthur Felton logró abandonar el inmueble al comenzar el tiroteo. «Nunca hubiera pensado que pasaría algo así en mi edificio», dijo este empleado municipal al mismo diario. «La gente que fue alcanzada […] estoy seguro que conozco a la mayoría de ellos».
«Es simplemente un día atroz […] Estamos con las víctimas y sus familias», comentó a periodistas el gobernador de Virginia, Ralph Northman, que se desplazó al lugar de los hechos.
El alcalde de la ciudad, Bobby Dyer, dijo a su vez a periodistas que se trata «del día más catastrófico de la historia de Virginia Beach«.
También originario de la localidad, el cantante Pharrell Williams escribió en Twitter: «Estamos orando por nuestra ciudad, las vidas perdidas, sus familias y todos los afectados».
«Estoy destrozado», tuiteó el senador demócrata por Virginia, Tim Kaine. «Mi corazón está junto a todos aquellos que perdieron a un ser querido», agregó quien fuera candidato junto a Hillary Clinton en las presidenciales de 2016.
Estados Unidos sufre habitualmente tiroteos similares.
El 20 de abril, el país conmemoró el vigésimo aniversario de la matanza del liceo de Columbine, en Colorado, en la que dos alumnos mataron a balazos a 12 compañeros y a un profesor.
En un país en el que la tenencia de armas está garantizada por la segunda enmienda de la Constitución, desde el comienzo de este año se registraron 150 tiroteos con más de cuatro víctimas (muertos o heridos), señaló Gun Violence Archive, una ONG especializada en la violencia con armas de fuego.
En Virginia, el tema ha tomado una dimensión particular, al tratarse del estado donde tiene su sede la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés), el principal lobby nacional de las armas.
Se trata de un estado tradicionalmente conservador pero donde el Partido Demócrata crece en influencia a medida que avanza la urbanización y su población se diversifica.
En el 2007 Virginia fue escenario de un tiroteo particularmente mortífero, cuando un estudiante con problemas mentales mató a 32 personas en el campus de la universidad Virginia Tech.
Con cada tiroteo mortal, se relanza el debate sobre la regulación de armas de fuego.
«Es inaceptable que Estados Unidos sea el único país desarrollado donde esto es habitual», dijo en Twitter el precandidato presidencial demócrata Pete Buttigieg.
«Nuestros corazones están con todos los afectados por este insensato acto de violencia armada», dijo a su vez la asociación Moms Demand Action, que pide leyes más estrictas de control de armas.