Bobby Joe Long, el asesino serial que ejecutó a 10 mujeres y sembró el terror en Florida en 1984, fue ejecutado el último jueves con una inyección letal en una prisión de Estados Unidos.
Según informaron las autoridades de Florida, el hombre no recibió visitas ni a ningún asesor espiritual en el último día de su existencia, y su última comida consistió en un sandwich de carne y tocino, papas fritas y un refresco.
"Estaba calmado y tranquilo", dijo la portavoz de la entidad Michelle Gladdy, durante una rueda de prensa ofrecida en los exteriores del presidio, antes de la ejecución.
Bobby Joe Long, fue condenado a muerte por primera vez en 1985 por el asesinato de la excompetidora del concurso de belleza Michelle Denise Simms, cuyo cuerpo desnudo fue encontrado en un puente.
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A él se le responsabiliza de una docena de violaciones, a quienes solía escoger tras mostrarse interesado en artículos que vendían en los clasificados de la prensa de Estados Unidos. Cuando iba al domicilio procedía a atacar si encontraba a una mujer sola.
En 1983 comenzaron sus brutales asesinatos. Los cuerpos de sus víctimas fueron encontrados generalmente mucho tiempos después del asesinato, en completo estado de descomposición, en zonas rurales y con signos de haber sido estrangulados.
Por la serie de asesinatos y violaciones que cometió a Bobby Joe Long le impusieron 28 cadenas perpetuas y la pena capital en un juicio en 1985.
Con la de Long, en lo que va del presente año, en Estados Unidos se han ejecutado a ocho presos.
Tennessee ejecutó hace una semana a Donnie Johnson, tras ser condenado a muerte por asesinar en 1984 a su esposa, Connie, con una bolsa de basura que le introdujo por la garganta.
Desde que el Tribunal Supremo restituyó la pena de muerte hace cuatro décadas, 1.498 presos han sido ejecutados en Estados Unidos, 98 de ellos en Florida.
