Un hispano acusado de la muerte de dos policías con un rifle de asalto en una ciudad turística del sur de California (EE.UU.) fue hallado culpable de dos cargos de asesinato en primer grado y podría ser condenado a la pena de muerte.
Durante el juicio que tuvo lugar en la ciudad de Indio, California, John Félix Hernández, de 26 años, fue también hallado culpable del intento de asesinato de otros seis agentes luego de encerrarse en su vivienda y disparar a través de la puerta contra dos oficiales negociadores.
El hispano, condenado previamente por actividades relacionadas con pandillas, enfrenta la máxima pena por la muerte de los oficiales José Gilbert Vega, de 63 años y veterano con 35 años de servicio que estaba próximo a jubilarse, así como de Lesley Zerebny, de 27 años, con año y medio de servicio y madre de una hija de cuatro meses.
La fase de sentencia del juicio está programada para comenzar mañana en el Centro de Justicia Larsson de Indio, ciudad cercana a Palm Springs, al sureste de Los Ángeles.
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El 8 de octubre de 2016, los oficiales respondieron a una llamada de emergencia por un altercado familiar en una residencia de Palm Springs. Mientras entablaban negociaciones, Hernández abrió fuego y acabó con la vida de los dos oficiales y dejó herido a un tercero, que sobrevivió.
Luego del ataque, el hispano se atrincheró en la vivienda, lo que llevó a un equipo de operaciones especiales (SWAT) del Condado de Riverside a establecer un perímetro alrededor de la casa y como resultado de un intercambio de fuego seis oficiales resultaron heridos.
Doce horas después, el acusado salió con las manos en alto, vestido con un chaleco antibalas y con municiones de alto calibre, según el reporte de las autoridades.
En la presentación inicial del juicio en abril pasado, en la que algunos jurados derramaron lágrimas, el fiscal Manny Bustamante mostró el rifle AR-15 utilizado por Félix mientras describía las heridas mortales sufridas por los dos policías.
Previo a este hecho, Hernández fue condenado a 18 meses de cárcel en una prisión estatal por un caso de asalto con un arma mortal.
El gobernador estatal, Gavin Newsom, estableció el pasado mes una moratoria a la pena de muerte en California, la cual estará vigente mientras se mantenga en el ejecutivo. Esta medida, sin embargo, no impide que las fiscalías soliciten la pena capital.