Varias mujeres fueron grabadas sin que se dieran cuenta durante cirugías ginecológicas en un hospital de California, Estados Unidos. Aunque las cámaras en realidad andaban detrás de un ladrón.
Más de 80 mujeres presentaron una demanda contra el hospital Sharp Grossmont en La Mesa, California, la semana pasada, alegando que fueron grabadas con cámaras activadas por movimiento instaladas en tres salas de operación como parte de un intento por capturar a un posible ladrón de fármacos, reportó la televisora KNSD-TV.
La demanda interpuesta indica que los videos grabaron "imágenes de partos por cesárea, complicaciones en el parto, dilatación y legrado para resolver abortos espontáneos, histerectomías y procedimientos de esterilización" según pudo saber la cadena de televisión estadounidense Telemundo.
Además, las pacientes señalaron que durante esas intervenciones fueron desvestidas, por lo que aparecen expuestas "en su forma más vulnerable".
Como parte de esta demanda colectiva presentada por primera vez hace tres años, una mujer aseguró que fue filmada mientras daba a luz en la sección de cesáreas del área de emergencias.
“Nadie me preguntó si podían grabar uno de mis momentos más tiernos y trascendentes” , declaró Melissa Escalera a la televisora. “Yo nunca habría aceptado ser grabada en ese momento tan vulnerable”.
El hospital, ubicado cerca de san Diego, emitió una carta el jueves en la que señaló que las cámaras fueron instaladas en 2012 y 2013 a fin de grabar solo a individuos frente a los carritos de anestesia. Sin embargo, la carta añadió que los pacientes y personal médico en ocasiones eran visibles a las cámaras y grabados sin audio. Finalmente le pidieron una disculpa a todas las afectadas.