NEW CITY, Nueva York, EE.UU. (AP) — Algunos padres que se habían negado a que sus hijos fueran vacunados, los llevaron el miércoles a regañadientes a recibir la vacuna contra el sarampión al entrar en vigor una declaración de estado de emergencia en un condado al norte de la ciudad de Nueva York.
El condado Rockland emitió la orden de emergencia la noche del martes para enfrentar un brote de sarampión que ha infectado a más de 150 personas desde finales del año pasado. La orden prohíbe que niños no vacunados y menores a 18 años estén en lugares públicos como escuelas, tiendas e iglesias.
Loreen Costa dijo al periódico Rockland Journal News que llevó a su hijo con su pediatra para ser vacunado el miércoles después de recibir una llamada automatizada de su escuela explicando la prohibición.
Los distritos escolares han contactado a los padres de los niños no vacunados y les dijeron que no asistieran a clases el miércoles.
Lainie Goldstein, de Grandview, indicó que el director de la institución de su hijo la llamó y le comentó que el pequeño no iba a poder acudir a clases hasta que estuviera vacunado. Señaló que había decidido no vacunarlo porque no “quería lastimarlo”, pero lo llevó el miércoles al pediatra para la inyección.
“Siento que estoy siendo intimidada para vacunarlo”, comentó al Journal News.
Unas 30 personas fueron a una clínica de vacunación gratuita del condado el miércoles.
“Creo que debe hacerse algo muy drástico, que la gente debe cumplir y que tenemos que detener esto”, dijo Renee Kahan, residente de Rockland y quien visitó la clínica para una vacuna de refuerzo. “Este brote es serio”.
La declaración de emergencia, que estará en vigor por 30 días, fue emitida debido a que la población no estaba cooperando con las autoridades sanitarias que trabajaban para frenar el brote, explicó el fiscal Thomas Humbach, del condado de Rockland.
Humbach añadió que la policía no parará a nadie ni pedirá los registros de vacunas. Pero si las autoridades se dan cuenta que una persona que no está vacunada se encuentra en un lugar público, se verán obligadas a intervenir, comentó. Los infractores serán acusados por un delito menor punible con hasta seis meses de cárcel.
Gary Siepser, director general de la Federación y Fundación Judía del condado de Rockland, dijo que la propagación de la enfermedad estaba relacionada con un movimiento en contra de las vacunas a lo largo y ancho del país.
“Se ha propagado a través de las redes sociales y ha confundido a los padres y confundido a la gente sobre la importancia de las vacunas”, enfatizó Siepser. “Y ocurre que hay un grupo en el condado de Rockland que ha creído eso”.