Las autoridades federales arrestaron este lunes a Michael Avenatti, el exabogado de la actriz porno Stormy Daniels, y presentaron cargos en su contra por supuestamente intentar extorsionar a la empresa de artículos deportivos Nike, exigiéndole 22.5 millones de dólares para no atacarla con publicidad negativa.
Avenatti, de 48 años y residente de Los Ángeles, fue detenido por una denuncia de delito grave de dos cargos que lo acusan de fraude electrónico y bancario en el sur de California. Mientras que el caso de extorsión fue interpuesto en un tribunal federal en Nueva York.
En documentos judiciales presentados el lunes, los fiscales del Distrito Sur de Nueva York alegan que tienen evidencia de que Avenatti y uno de sus clientes, un ex entrenador de baloncesto, le exigieron la cantidad millonario a Nike acusándola de haber pagado a reclutas a cambio de comprometerse con los equipos universitarios patrocinados por dicha empresa.
“Avenatti utilizó amenazas ilegales y extorsivas con el fin de obtener millones de dólares en pagos de una compañía pública”, dijo en un comunicado el fiscal Geoffrey S. Berman. “Cuando los abogados utilizan sus licencias legales como armas, como un pretexto para extorsionar para su beneficio, ya no actúan como abogados. Están actuando como criminales”, agregó el funcionario.
La acusación señala que el esquema de extorsión ocurrió entre el 19 y 21 de marzo. Alega que Avenatti amenazó con realizar una conferencia de prensa para hablar sobre la presunta mala conducta de empleados de Nike. Para afectar los intereses de la empresa, advirtió que haría públicas tales denuncias en la víspera de la convocatoria de ganancias trimestral de Nike y en el inicio del torneo anual de baloncesto masculino universitario.
El abogado había exigido un pago de 22.5 millones de dólares “para resolver cualquier reclamo” que pudiera tener su cliente, un entrenador de un equipo amateur de baloncesto, y para “comprar el silencio de Avenatti”. Su cliente terminó cooperando con las autoridades.
Avenatti se reunió por primera vez con representantes de Nike en Nueva York el pasado 19 de marzo para notificarles que su cliente había perdido recientemente su patrocinio con Nike, por un valor aproximado de 72,000 dólares al año, y para advertirles que tenía información de que los empleados de Nike habían realizado pagos ilícitos a las familias de atletas de preparatoria.
Primero les exigió una compensación de $1.5 millones para su defendido, renovar el contrato con su equipo y aceptar que la firma de Avenatti realizara una investigación interna sobre este asunto.
Al día siguiente, en una llamada interceptada por la Policía, el abogado expresó: “No estoy jodiendo con esto y no continúo jugando (…) Ustedes ya saben lo suficiente como para entender que tienen un problema grave. Y vale la pena estar más en contacto conmigo”.
En otra reunión con representantes de Nike el 21 de marzo, Avenatti advirtió que el asunto se volvería una “bola de nieve” que terminaría afectando la imagen y las ganancias de la compañía. “Cada vez que obtengamos más información, estará en el Washington Post, el New York Times, ESPN. Una conferencia de prensa y la compañía morirá. No morirá, sino que estarán en un corte, tras otro, tras otro. Y eso es lo que va a pasar tan pronto como esto se haga público”, expresó el litigante, según la acusación.
“Michael Avenatti se acercó a Nike la semana pasada con una lista de demandas financieras a cambio de encubrir las acusaciones de mala conducta en nombre de la empresa. Esto no es más que un simple caso de extorsión”, indicó William F. Sweeney Jr., director adjunto del Buró Federal de Investigaciones (FBI).
“En el caso de que alguien necesite que se le recuerde, este tipo de comportamiento es ilegal y no se tolerará, especialmente cuando lo comete un abogado que debe utilizar su licencia para ejercer la abogacía, no para violarla intencionalmente”, agregó el funcionario.
A través de su cuenta de Twitter, el acusado mencionó que este martes realizará una conferencia de prensa “para divulgar un gran escándalo en el baloncesto universitario y de preparatorias prepetrado por Nike que hemos descubierto”.
Los tres delitos relacionados con este caso son conspiración para transmitir comunicaciones interestatales con la intención de extorsionar y conspiración para cometer extorsión. De manera conjunta, estos crímenes conllevan una condena máxima de 45 años de prisión.