SAN FRANCISCO (AP) — Dos estudiantes demandaron a universidades en Estados Unidos en las que según las autoridades, varios padres pagaron enormes sobornos para asegurarse de que sus hijos sean aceptados.
La demanda, introducida el miércoles en un tribunal federal de San Francisco, acusa a la Universidad del Sur de California, a la Universidad de Yale y a otras instituciones de educación superior, acusándoles de negar a los estudiantes su derecho a la igualdad en el proceso de admisión.
Las estudiantes demandantes, Erica Olsen y Kalea Woods, dicen que se les negó la oportunidad de matricularse en Yale y en la USC.
En la demanda son mencionadas también la Universidad de California en Los Ángeles, la Universidad Wake Forest, la Universidad de San Diego, la Universidad de Texas en Austin, la Universidad de Georgetown y la Universidad de Stanford.
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La trama dio a estudiantes no cualificados la entrada indebida a universidades prestigiosas, dicen las demandantes, ambas estudiantes en Stanford.
“Cada una de estas universidades aceptó los pagos de aplicación de las estudiantes sin tomar las medidas necesarias para garantizar que el proceso de admisión sea justo y libre de fraude, sobornos, trampas y deshonestidad”, dice la demanda.
Las autoridades anunciaron hace pocos días procesos contra 50 personas, entre ellas padres y entrenadores, acusados de participar en un esquema en que padres acaudalados pagaron grandes sumas de dinero para falsificar exámenes y sobornar a entrenadores deportivos, a fin de lograr que sus hijos sean aceptados en las universidades más distinguidas.
Las universidades mencionadas insisten en que fueron víctimas del ardid y han tomado medidas para distanciarse del personal acusado.
“Es nuestro entender que las autoridades creen que hubo actividad ilegal realizada por individuos que hicieron ingentes esfuerzos para ocultar sus acciones de la universidad”, dijo en un comunicado hace pocos días la USC.
Las autoridades de Yale han dicho que están colaborando con las autoridades en la investigación.
“Tal como dice claramente el prontuario, el Departamento de Justicia cree que Yale ha sido víctima de un crimen perpetrado por el ex entrenador de su equipo de fútbol femenino”, dijo Tom Conroy, vocero de Yale.