Un paciente internado en el Centro Médico Kaiser Permanente en Fremont, California, se enteró que iba a morir. La noticia generó polémica no por el fondo del mensaje, sino por la forma.
El médico transmitió la información a Ernest Quintana, de 78 años, mediante un video en un robot. Esta situación indignó a sus familiares y amigos que no dudaron en manifestarse.
Solo un familiar estaba acompañando a Quintana en el hospital cuando recibió la lamentable noticia. Annalisa Wilharm, nieta del paciente, dijo que estaba "tratando de no llorar".
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"Miro hacia arriba y hay un robot en la puerta", dijo, y agregando que el doctor en la pantalla "parecía que estaba en una silla en una habitación en algún lugar".
"Lo siguiente que sé es que estaba diciendo: 'Obtuve estos resultados de Imagen por Resonancia Magnética (IRM) y no quedan pulmones, no hay nada con lo que podamos trabajar'".
Tras enterarse de la situación de su abuelo, Annalisa se desesperó e intentó no llorar ni mucho menos gritar porque solo estaban en la habitación ella y él, reporta La República.
"Recibió la peor noticia de su vida sin su esposa durante 58 años", añadió la nieta. Más tarde le dijo a un medio internacional que esta era "una situación extremadamente frustrante" y "una atrocidad de cómo el cuidado médico y la tecnología se están fusionando".
Por su parte, una amiga de la familia criticó la forma de transmitir el mensaje al manifestar que "no era la manera de mostrar valor y compasión a un paciente", escribió en las redes sociales.
Cuando la esposa de Quintana llegó, se quejó con el personal del hospital sobre cómo se le comunicó la noticia a su esposo.
Annalisa Wilharm dijo que una enfermera le dijo a su abuela: "Esta es nuestra política, así es como hacemos las cosas".
El hospital, por su parte, dijo que "lamenta no cumplir" con las expectativas de la familia.
Quintana murió al día siguiente de recibir la trágica noticia a través del robot.
