El día después del día de San Valentín, Terra Pinkard recibió el que sería el último mensaje de texto del amor de su vida.
El mensaje decía : “Te amo, me dispararon en el trabajo”.
“Me tomó varias veces leerlo para darme cuenta de que era real”, escribió Pinkard en una publicación en Facebook este domingo. “Llamé a su teléfono varias veces, le envié mensajes de texto, FaceTime, nada”.
Después de llamar a Henry Pratt Co., la planta de Aurora, Illinois, donde trabajaba su esposo Josh Pinkard, supo que la policía estaba en el edificio, escribió Pinkard.
Ella condujo hasta el almacén del fabricante de válvulas industriales, luego a dos hospitales, esperando durante horas, antes de enterarse en una zona de estacionamiento para familias que Josh era una de las cinco personas asesinadas en un tiroteo en la planta el viernes por la tarde.
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La policía dice que Gary Martin, de 45 años, abrió fuego en el almacén de 2.700 metros cuadrados, mató a cinco colegas y lesionó a seis personas, incluidos cinco policías.
“Con la ayuda de mi pastor, ya que la familia todavía estaba volando para llegar hasta nosotros, les dije a mis hijos que su padre no sobrevivió y está en el cielo con Jesús. Nunca tuve que hacer algo tan difícil”, escribió Pinkard Facebook
Escribió que no puede hablar de su esposo sin sollozar.
“Estoy llorando ahora mientras escribo esto. ¡Quiero gritar desde los tejados sobre lo increíble que era Josh!”, se lee en la publicación. “El hombre que se estaba muriendo encontró la claridad de la mente por solo un segundo para enviarme un último mensaje para decirme que siempre me amaría”.
Las autoridades dijeron que Martin trajo una pistola a una reunión en la planta y comenzó a disparar cuando descubrió que había sido despedido.
Después de disparar fatalmente contra personas en la sala del negocio donde había trabajado durante 15 años, irrumpió en el almacén, dijeron testigos. Allí, les disparó a más empleados.
El tiroteo duró aproximadamente 90 minutos antes de que la policía lo matara, informo CNN.
El pistolero no poseía legalmente la pistola que usó en el ataque, dijo la jefa de policía de Aurora, Kristen Ziman, en una conferencia de prensa el sábado.
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Una verificación de antecedentes para un permiso de portación encubierta en 2014 había alertado de una condena por agresión con agravantes en Mississippi en 1995, dijo Ziman, y le pidieron que entregase voluntariamente el arma a la policía, añadió.
El por qué no lo hizo será parte de la investigación del incidente, dijo el jefe de policía.
La policía el sábado dio a conocer los nombres de los cinco trabajadores muertos:
Josh Pinkard, de Oswego, Illinois, era el gerente de la planta. Se unió a la empresa hace 13 años en Alabama y se mudó a Aurora la primavera pasada, según una carta a empleados de Scott Hall, presidente ejecutivo de Mueller Water Products, que era dueño de Henry Pratt Co.
Clayton Parks of Elgin, Illinois, era el gerente de recursos humanos. Él era un ex alumno de Northern Illinois University, dijo el presidente de la escuela en un comunicado. Se graduó en 2014 de la Facultad de Negocios.
Trevor Wehner de Sheridan, Illinois, fue pasante de recursos humanos y estudiante en Northern Illinois University. El viernes fue su primer día como pasante en la empresa, según la declaración del presidente de la escuela.
Russell Beyer de Yorkville, Illinois, era operador de moldes. Había trabajado para Henry Pratt durante más de 20 años y fue presidente del sindicato, según la carta de Hall.
Vicente Juárez de Oswego era un empleado de la sala de operaciones y operador de montacargas. De acuerdo con Hall, se unió a Henry Pratt en 2006.
‘Dos vigilias se realizaron el domingo en el sitio con miembros de la comunidad suburbana uniéndose a las familias de las víctimas para recordar a quienes recibieron disparos y orar por paz
La ciudad estimó que más de 1.700 personas resistieron la lluvia helada en la primera reunión para recordar a las víctimas.
Después de las vigilias, los miembros de la comunidad llevaron cruces para cada una de las cinco víctimas en una procesión desde la planta hasta el Departamento de Policía de Aurora. Después de la segunda procesión, la multitud ingresó a la estación de policía y saludó a los miembros de la policía con abrazos y apretones de manos.
“Simplemente ofrecer condolencias no es suficiente, no mide la cantidad de dolor que sentimos por la pérdida que estamos experimentando en esta comunidad”, dijo el alcalde Richard Irvin en la primera vigilia. “Ahora es el momento de sanar. Ahora es el momento de perdonar. Ahora es el momento de avanzar juntos como una comunidad más fuerte”.
Pero para aquellos que perdieron seres queridos, sanar tomará tiempo.
“El mundo es más oscuro y más triste ahora. Una gran luz brillante ha salido de este mundo”, escribió Terra Pinkard el sábado en Facebook. “Estoy perdida y devastada más allá de las palabras. Las cosas que importaban ayer no importan hoy. Alabaré al Señor por darme este hombre que era como una montaña. Alabaré al Señor por los niños que tenemos juntos”.
