Paul García, un hombre de 39 años de Misuri, Estados Unidos, ha sido detenido como presunto autor de un delito de maltrato animal. El acusado habría atado con cinta americana las patas y la boca de un perro para arrojarlo a un contenedor de basura, donde el animal permaneció al menos 12 horas.
Un policía de la oficina del sheriff del condado de Jefferson fue quien lo rescató el pasado sábado y lo llevo a un hospital veterinario donde fue tratado de urgencia. El animal pudo haber sufrido una conmoción cerebral y se encontraba desnutrido y frío, debido a las bajas temperaturas del lugar, que llegaron a alcanzar cifras por debajo de los cero grados.
El agente conservó la cinta americana con la que había sido envuelto el perro para buscar la presencia de huellas dactilares que identificaran al autor, encontrando una coincidencia con las de Paul García, aunque éste resulto no era el dueño del perro.
Según 20minutos, a García se le ha impuesto una fianza de 50.000 dólares (56.500 euros) para quedar en libertad a la espera de juicio por dos posibles delitos: maltrato animal y acciones criminales armadas.
La Policía ha colgado un vídeo en su cuenta de Facebook para informar de que el estado del perro es muy favorable y está evolucionando correctamente, mientras es atendido por el Grupo de Control de Animales del Condado de Jefferson, a la espera de encontrar un nuevo dueño.
El maltrato animal
En la actualidad vivimos, de manera constante, en un clima de inseguridad e incertidumbre. La violencia se expresa de formas relacionadas entre sí. Diariamente nos vemos sacudidos por hechos dramáticos que nos preocupan y conmueven.
El maltrato animal es a la vez, un factor que predispone a la violencia social y al mismo tiempo una consecuencia de la misma. Esta situación forma parte de la cascada de violencia que nos va alcanzando a todos como individuos y como sociedad.
La violencia es “un acto intencional que puede ser único o recurrente y cíclico, dirigido a dominar, controlar, agredir o lastimar a otros. Casi siempre es ejercida por las personas de mayor jerarquía, es decir, las que tienen el poder en una relación, pero también se puede ejercer sobre objetos, animales o contra sí mismo”.
