Dos hombres con antecedentes penales son detenidos en frontera de EE.UU. con México

estados unidos

San Diego (EE.UU.), 30 nov (EFE).- La Patrulla Fronteriza de EE.UU. informó este viernes la detención de dos hombres con antecedentes penales que dijeron haber viajado desde Centroamérica con la caravana migrante y cruzaron la frontera de forma ilegal desde México.

Lo dos hombres, identificados como Miguel Ángel Ramírez, de 46 años, y José Villalobos Jobel, de 29 años, fueron capturados en incidentes separados el pasado sábado, pero la patrulla no informó hasta hoy.

Los agentes que detuvieron a Ramírez, que estaba acompañado de otros dos hondureños, de 22 y 38 años, uno de ellos con una deportación previa, pudieron confirmar que fue liberado hace cuatro meses de una prisión en Honduras y viajó con la caravana desde Honduras hasta la frontera entre México y Estados Unidos.

Según información aportada por el consulado de Honduras, Ramírez cumplió en ese país una condena de diez años por homicidio y tres años más por robo.

Rodney Scott, jefe de sector de Patrulla Fronteriza en San Diego, elogió a sus oficiales y al consulado hondureño por sus esfuerzos por "identificar a un peligroso criminal condenado que se movía entre la caravana de migrantes".

Él y los otros dos hondureños se encuentran ahora bajo custodia de autoridades migratorias y está previsto que sean expulsados del país.

En otro incidente registrado el mismo sábado los agentes fronterizos encontraron a un hombre sospechoso de haber cruzado la frontera ilegalmente cerca de la garita de Caléxico (California), que luego fue identificado Villalobos Jobel.

Aparentemente este hombre reconoció ser integrante de la organización delictiva de la Mara Salvatrucha 13 (MS-13) y dijo a los oficiales que llegó a la frontera junto con "un grupo grande de centroamericanos que pretendía presentar una solicitud de asilo a Estados Unidos".

Estos casos son expuestos días después de que la Secretaria de Seguridad Nacional (DHS), Kirstjen Nielsen, señalara en una visita a la frontera entre San Diego (California) y Tijuana (México) que se tenía conocimiento de "más de 500 personas" con antecedentes criminales que viajaban con la caravana.