Denver (EEUU), 5 nov (EFE).- Una funeraria de Colorado (EE.UU.), clausurada en febrero pasado tras un operativo del FBI, entregó a familias de docenas de fallecidos cenizas de los restos humanos mezcladas con cemento en polvo, revela un reporte publicado este lunes.
El reporte, a cargo del personal del FBI y de expertos de la Universidad Colorado Mesa (CMU), indica que en casi la tercera parte de los 128 casos analizados de cremaciones realizadas en la funeraria Sunset Mesa, situada en la ciudad de Montrose, se detectaron "sustitutos" añadidos a las cenizas humanas.
En otros casos, los investigadores hallaron metales, productos de limpieza, dientes, a pesar de que el fallecido no los tenía, o huesos incompatibles con los del fallecido.
El reporte indica que, durante el operativo, hace nueve meses, agentes del FBI encontraron evidencia de que las "cenizas" eran fabricadas, lo que se lograba al mezclar cenizas de varios cuerpos, traer restos humanos de otro crematorio, usar cemento en polvo y agregar "sustancias desconocidas".
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El pasado 12 de febrero, el Departamento de Agencias Regulatorias de Colorado (DORA) anunció el cierre definitivo de Sunset Mesa, luego de ocho años de operaciones, al comprobarse irregularidades por lo menos a partir de 2016 con respecto a la cremación o embalsamado de cuerpos.
Los investigadores de DORA comprobaron que en cinco ocasiones la cremación se realizó sin la autorización correspondiente y que en por lo menos un caso un cuerpo fue embalsado sin el permiso de la familia. En otros casos, los cuerpos fueron vendidos para estudios científicos o médicos, sin el consentimiento de los deudos.
De hecho, el FBI le informó a una familia de que, contrariamente a lo que creía, el cuerpo del fallecido no había sido cremado, sino que "partes" de ese cuerpo fueron halladas en la funeraria y que las cenizas que recibieron eran de otro fallecido.
En otro caso, la viuda recibió cenizas que incluían parte de la cremallera de un pantalón y de un reloj, aunque su esposo no vestía pantalón con cierre ni llevaba reloj en el momento de ser cremado.
Por su parte, Melissa Connor, directora de la Estación de Investigaciones Forenses de CMU, puntualizó que, como la cremación destruye la evidencia de ADN para determinar la identidad del fallecido, las familias no podrán saber si los restos que recibieron pertenecen o no a sus seres queridos.
Por el momento, la dueña del establecimiento, Megan Hess, no enfrenta cargos criminales, dado que en Colorado no existen leyes que regulen o impidan la venta de cuerpos humanos.
Sin embargo, DORA inició varias "medidas administrativas" contra Hess y por lo menos dos demandas judiciales en su contra fueron presentadas en cortes locales mientras prosiguen las investigaciones del FBI.