La justicia de Estados Unidos abrió el lunes una línea dedicada a las víctimas de los curas pedófilos en Washington, una semana después de que la archidiócesis de la capital federal publicara los nombres de 31 sacerdotes acusados de agresiones sexuales a menores en los últimos 70 años.
"Las víctimas de agresiones pedófilas cometidas por un integrante del clero en un lugar de culto, una escuela o cualquier otro lugar" de la ciudad pueden recurrir a esta 'hotline' especial, indicaron en un comunicado los servicios del fiscal federal de Washington.
"Todos los testimonios serán estudiados" por un equipo especializado, que determinará la pertinencia de acciones penales, señala el texto, agregando que quienes así lo soliciten podrán recibir asesoramiento y apoyo.
La archidiócesis de Washington se está viendo sacudida por las repercusiones del escándalo de los curas pedófilos de Pensilvania.
Los servicios del fiscal de este estado publicaron en agosto los resultados de una investigación que reveló abusos sexuales perpetrados durante décadas por más de 300 "curas depredadores" a al menos mil niños.
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El informe acusa, entre otros, al arzobispo de Washington Donald Wuerl, de 77 años, de haber contribuido a silenciar el escándalo cuando era obispo de Pittsburgh (Pensilvania) entre 1988 y 2006.
El papa Francisco aceptó su renuncia a mediados de octubre.
En aras de la "transparencia", la archidiócesis de Washington publicó posteriormente en su sitio internet los nombres de 31 miembros del clero que fueron objeto "de acusaciones creíbles de agresiones sexuales a menores".
De ellos, 17 han fallecido, nueve fueron condenados por la justicia y los cuatro restantes ya no tienen cargos eclesiásticos.
A fines de julio, el cardenal Theodore McCarrick, exarzobispo de Washington, de 88 años, había renunciado tras haber sido acusado de agresiones sexuales a un adolescente en los años 1970.