Los equipos de búsqueda y rescate recorrieron el jueves comunidades destrozadas de Estados Unidos buscando víctimas del huracán Michael, una tormenta monstruosa de categoría 4 que forjó una franja de destrucción en el noroeste de Florida, terminando con la vida de al menos seis personas en tres estados.
Según las autoridades, ha sido la tormenta más poderosa en golpear este estado del sureste estadounidense en años.
El ejército de Estados Unidos detalló que más de 2.000 soldados de la Guardia Nacional de Florida estaban trabajando en las operaciones de recuperación.
Al menos seis personas murieron por la tormenta, cuatro en Florida, una en la vecina Georgia y otra en Carolina del Norte.
El ojo de Michael tocó tierra firme cerca de Mexico Beach, una localidad a unos 30 km al sureste de Panamá City, el miércoles como un huracán de categoría 4 de un máximo de 5 en la escala Saffir-Simpson, informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC).
Sobre las 03H00 GMT del viernes, Michael se alejaba de la costa de Virginia hacia el Atlántico y se convertía en una baja post-tropical, dijo el NHC.
#AHORA | Imágenes de la costa en #PanamaCity siendo golpeada por el #HuracanMichael pic.twitter.com/vtxJjBRXT3
— TN8 Nicaragua (@canaltn8) October 10, 2018
El organismo advirtió sobre vientos dañinos y posibles inundaciones repentinas en Carolina del Norte y los estados al norte, y dijo que la tormenta aún estaba produciendo vientos de 80 km por hora.
Más temprano, fotos y videos de Mexico Beach, de unos 1.000 habitantes, mostraban escenas de devastación absoluta. Las casas parecían flotar en medio de calles inundadas, algunas totalmente destruidas tras haber perdido el techo.
Allí los botes fueron arrojados a los patios y las calles se vieron plagadas de árboles y líneas eléctricas.
"Mi casa en Mexico Beach está bajo el agua", dijo Loren Beltrán, una contadora de 38 años, luego de haber visto imágenes de su vecindario. Ella y su hijo de 3 años se refugiaron en otra casa en Panamá City, donde el panorama no era mucho más alentador.
Panamá City parecía un escenario de guerra después de haber sido azotada por más de tres horas con fuertes vientos y una intensa lluvia que caía horizontalmente. Las calles eran intransitables y había contenedores, antenas, techos, árboles y semáforos desperdigados por todas partes.
"Se oían bien feo los vientos, como un gran monstruo de televisión", dijo Beltrán a la AFP.
La casa donde se refugió de la tormenta estaba parcialmente destruida por los árboles que la rodeaban y que cayeron con el viento.
"Es una devastación impensada", dijo Rick Scott, el gobernador republicano de Florida. "Mi mayor preocupación es, por supuesto, la pérdida de vidas. Sé que varias personas resultaron heridas", agregó.
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El gobernador pidió a la población que no saliera: "Hay líneas de electricidad en el suelo y hay árboles caídos por todas partes".
Scott había advertido que el huracán sería "la tormenta más destructiva que azota el 'panhandle' de Florida en un siglo". El "panhandle" (mango de sartén, en español) es como se conoce comúnmente esta lengua de tierra en la costa del Golfo de México.
Al informar al presidente Donald Trump en la Casa Blanca, el jefe de la agencia federal de emergencias FEMA, Brock Long, dijo que Michael es el huracán más intenso que azota el área desde 1851.
En declaraciones a Fox News el jueves, el mandatario prometió que "la reconstrucción será rápida". El miércoles, Trump había dicho que viajaría a Florida "muy pronto".
Más de 400.000 clientes estaban sin electricidad en la región noroeste, de acuerdo a un boletín de la agencia de emergencias de Florida, SERT, y según el gobernador Scott unos 20.000 trabajadores intentaban restablecer el servicio.