Los Ángeles (EE.UU.), 10 ago (EFE).- Un juez de Los Ángeles (EE.UU.) desestimó este sábado los cargos contra Bobby Joe Maxwell, un supuesto asesino en serie que está en estado de coma desde noviembre pasado en la cárcel y ha estado detenido cuarenta años acusado de varios asesinatos.
Greg Riesling, portavoz de la Fiscalía de Distrito del Condado de Los Ángeles, advirtió de que los cargos fueron desestimados basados en la liberación compasiva de Maxwell, que sufrió un ataque cardíaco masivo en noviembre pasado y no porque crean que es inocente.
Maxwell, de 68 años, saldrá de reclusión hoy, pero en caso de que mejore, las autoridades podrían nuevamente presentar cargos, explicó Riesling.
Con la decisión del juez Larry Fidler culmina una saga legal contra Maxwell que inició en 1979 cuando fue detenido por la muerte a puñaladas de 10 indigentes en el área de Skid Row.
Prosecutors will ask for dismissal of case against Bobby Joe Maxwell, accused of being “Skid Row Stabber” serial killer & jailed for decades. Dep DA: “We don’t believe that Maxwell is factually innocent but recognize that any further prosecution is unlikely.”@KNX1070 ?: @AP pic.twitter.com/gIY5FBEExT
— Claudia Peschiutta (@ReporterClaudia) August 10, 2018
La corte tomó la decisión después que el fiscal Robert Grace solicitara desestimar las acusaciones contra Maxwell por el homicidio de cinco de las víctimas.
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Desde hace décadas la Fiscalía estuvo bajo la lupa de activistas por no tener pruebas contundentes que ligaran al detenido con los crímenes.
La Policía encontró a Maxwell un cuchillo que era consistente con las heridas que sufrieron las víctimas, pero no se pudo concluir que fue el arma fue la utilizada en los ataques.
En 1984 la Fiscalía logró que un jurado encontrara culpable a Maxwell de la muerte de dos de las víctimas y lo condenara a cadena perpetua.
El juicio se basó en el testimonio de Sidney Storch, un reo que sirvió como informante y que aseguró que el acusado confesó el asesinato de las dos víctimas mientras compartían celda.
Años después se descubrió que Storch era parte de un grupo de prisioneros soplones que fabricaban testimonio para reducir sus condenas. El escándalo impactó varios juicios.
Aunque desde 1988 se pidió revisar la sentencia contra Maxwell, no fue sino hasta 2010 que el Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito revocó la condena.
En 2013 la Fiscalía insistió en juzgar a Maxwell y presentó otra acusación, esta vez por la muerte de cinco de las víctimas, y permaneció detenido.
En noviembre del año pasado el detenido sufrió un infarto masivo que lo mantiene en coma y del que según los médicos no creen que se recuperará.
El médico del pabellón donde se encuentra Maxwell dijo al periódico Los Ángeles Times que el reo no se recuperaría y que podría morir antes de fin de año.