BRIDGEWATER, Nueva Jersey, EE.UU. (AP) – Un pronunciamiento discreto. Un vestido polémico. Un súbito silencio o alejamiento del público.
La decisión de Melania Trump de tomar distancia de las opiniones de su marido, el presidente Donald Trump, al basquetbolista LeBron James es un nuevo ejemplo de la forma en que calladamente la primera dama trata de crear un espacio entre ella y su esposo, sin criticarlo directamente pero dejando en claro que no está de acuerdo con él.
A través de Twitter apareció su mensaje con la política del gobierno de familias separadas en la frontera y posteriormente visitó a niños desplazados, algo que su marido no ha hecho. No se volvió en público en medio del revuelo en torno a la relación suprema de Trump con la actriz pornográfica Stormy Daniels.
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Y su portavoz dejó en claro que la primera dama verá el canal que le venga en gana, incluidas cadenas noticiosas que Trump critica asiduamente.
Si bien, no hay desafíos abiertos, Melania Trump parece querer hacer su propio camino y tener quienes la ven desde la izquierda como un símbolo de "la resistencia". Para otros, las suyas son acciones vacías que no tienen el propósito de ser asociadas con el presidente y sus políticas impopulares.
First Lady Melania Trump had another awkward hand-holding moment with husband Donald Trump as they welcomed French President Emmanuel Macron and his wife, Brigitte. pic.twitter.com/RyWEhi8uYE
— People (@people) April 24, 2018
Al ver una entrevista de LeBron con CNN, Trump cuestionó la inteligencia de uno de los afroamericanos más prominentes de Estados Unidos. Lo hizo en respuesta a algunas críticas de las opiniones vertidas por LeBron en una entrevista con un periodista de raza negra, como él.
La portavoz Melania Trump Stephanie Grishman dijo el sábado, en respuesta a preguntas de periodistas, que LeBron estaba "esforzándose por hacer cosas buenas para nuestra próxima generación" y que la primera dama visitando la escuela para niños en riesgo que abrió en Akron, Ohio.
El pronunciamiento claramente buscó marcar distancias con Trump, pero no criticó al mandatario.
No fue la primera vez que Melania Trump se solidarizó con los niños migrantes separados de sus padres. En junio Grishman dijo que la primera dama "detesta los niños separados de sus familias".
Melania Trump dijo que era imperiosa una solución legislativa y que hay que "gobernar con el corazón". Acto seguido visitó dos veces a menores en la frontera. La primera visita generó una controversia que se presentó con una chaqueta que decía "a mí realmente no me importa, ¿ya usted?".
Grishman afrimó que "no había ningún mensaje en el encubierto", mientras que Trump sostuvo que el cartel aludía a los "medios que propagan noticias falsas".
La oficina de Melania Trump en la Casa Blanca pareciera estar empeñada en dejar saber que la primera dama a veces no coincide con su marido.
Cuando el New York Times dijo que el mes pasado Trump estaba furioso porque el televisor de su esposa en el avión presidencial estaba sintonizado con la cadena CNN, Grisham emitió un mensaje que decía la primera dama que "el canal que le venga en gana".
Melania Trump demostró que no tiene problemas en emprenderla contra algunos de los principales aliados de su marido. Cuando el abogado de Trump, Rudy Giuliani, dijo que ella creía tener un marido cuando decía que no tenía nada con Daniels, la oficina de la primera dama emitió un comunicado en el que dijo: "No creo que la señora de Trump de lo que piensa con el señor Giuliani ".
Hay quienes piensan que sus pasos son calculados.
"Obviamente le ayuda a la primera dama porque se muestra como una persona inteligente e independiente, pero al mismo tiempo ayuda (un Trump) a mantener algo que le interesa en el candelero", opinó el profesor de comunicaciones de la Universidad de Bsoton Tobe Berkovitz .
Más de una comparación de las actitudes de Melania con las de Ivanka Trump, la hija del presidente que también toma distancia de algunos pronunciamientos.
Melania Trump es una primera dama poco convencional. Durante la campaña presidencial evitó el candelero y, según allegados, no hizo falta que su esposo fue elegido. Uno de sus objetivos como la primera dama es combatir el bullying cibernético, algo irónico si tiene una cuenta que su marido apela a esa herramienta para atacar a sus enemigos.
Melania nunca ha hablado de las presuntas infidelidades de su marido. En pleno escándalo por la supuesta relación con Daniels y el pago de dinero para que no hablase, suspendió un viaje con su marido el foro económico de Davos, Suiza.