El Departamento de Policía de Chicago (EE.UU.) confirmó hoy que 71 personas fueron heridas por disparos de bala durante el fin de semana,de las cuales 12 fallecieron por las lesiones sufridas.
En total, tres personas recibieron disparos el viernes por la tarde, 14 el sábado, 48 el domingo y 6 en la madrugada del lunes, según el recuento de las autoridades policiales.
"No es un secreto que hemos tenido un fin de semana inaceptablemente violento. (…) Como he dicho en otras ocasiones, debemos subrayar el problema continuo que tenemos con las armas ilegales y los delincuentes que están esperando para usarlas", dijo en una rueda de prensa el jefe del Departamento de Policía de Chicago, Eddie Johnson.
Johnson señaló que, como resultado, 46 personas han sido detenidas en relación a estos tiroteos y que los agentes siguen buscando a otras personas implicadas.
Entre las víctimas mortales se encuentra una chica de 17 años identificada como Jahnae Patterson que falleció después de recibir un disparo en la cara durante un tiroteo el sábado, en el que otras cinco personas fueron heridas de gravedad, incluyendo un niño de 11 años.
"He ordenado un mayor despliegue en las zonas afectadas para evitar que haya tiroteos de represalia en las próximas fechas", sentenció Johnson.
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El alcalde de Chicago, Rahm Emanuel, también presente en la rueda de prensa, consideró que la ciudad "es mejor" de lo que se ha vivido este fin de semana.
"Todos nosotros sabemos que esto no es Chicago. Somos mejores de lo que vimos", apuntó un emocionado Emanuel, que lamentó que los valores sobre el bien y el mal "escasean" actualmente.
De acuerdo a datos oficiales, Chicago, la tercera ciudad más grande del país, ha registrado 300 asesinatos por disparo de bala en lo que va de año, convirtiéndose así en la urbe con más muertes por ese motivo en EE.UU. en 2018.
Aun así, en comparación con el año anterior, esa cifra es un 23 % inferior a la registrada en el mismo periodo del año anterior.
A pesar del descenso en 2018, la violencia de este fin de semana demostró que varios barrios de Chicago siguen siendo vulnerables a este tipo de violencia, añadieron las autoridades.
En 2017, 650 personas murieron en Chicago por disparos de bala, un número inferior a las 762 víctimas de 2016, según datos oficiales.