Denver (EEUU), 5 jul (EFE).- Una pared de fuego de unos 90 metros de altura, que fue descrita como un "tsunami" de llamas, arrasó esta madrugada centenares de viviendas en varias localidades del sur de Colorado, informaron este jueves autoridades estadounidenses.
Ben Brack, portavoz de los bomberos que combaten el llamado incendio Springs, dijo en rueda de prensa que la "respuesta humana" es "ineficaz" ante la magnitud de las llamas que enfrentan.
"(Es como) pararse frente a un tsunami o a un tornado y tratar de evitar que destruyan las casas", describió.
Se estima que en la pasada madrugada las llamas destruyeron unas 8.000 hectáreas, para un total de más de 40.000, lo que lo convierte en el tercer peor incendio que se tiene registro en Colorado.
Hasta ahora, los casi 800 bomberos asignados a las tareas de combate a las llamas no han podido detener el avance del fuego, ni por medio de las líneas de contención que han construido en los últimos días, ni por medio de agua o de una sustancia retardante arrojada desde helicópteros o aviones.
El incendio ya consumió 119 estructuras y otras 132 viviendas fueron dañadas y deberán ser demolidas. Esa cifra no incluye la destrucción causada por el "tsunami" formado durante la pasada noche, y que todavía no fue calculada.
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Y las cifras pueden seguir aumentando en las próximas horas, pues, según explicaron previamente las autoridades del condado de Costilla, donde se inició el fuego, la combinación de sequía, materia orgánica que actúa como combustible y fuertes vientos en la zona ha hecho que el fuego avance rápidamente.
Las llamas se acercan peligrosamente a dos localidades del sur de Colorado: La Veta, de 780 habitantes, y Cuchara, con 150 residentes.
Hasta el momento, más de 2.500 familias han sido evacuadas, aunque se desconoce el número de desplazados de urgencia durante la noche.
Debido a que el fuego sólo ha podido ser contenido en un 5 %, cuando el lunes pasado era el 10 %, varios condados de la zona emitieron hoy una orden de pre-evacuación para cinco áreas rurales.
El incendio se originó el pasado 27 de junio cuando un hombre, el danés Jesper Jorgensen, que fue detenido y enfrenta numerosos cargos, no apagó correctamente la fogata que había encendido para prepararse una comida.
Colorado es uno de los estados del sureste de Estados Unidos que se afana estos días para apagar los numerosos incendios que asolan esta parte del país, especialmente en California.
Brack explicó que un cambio en la dirección del viento durante la noche por la llegada de un frente frío a Colorado significó un cambio en la dirección del incendio que avanzó a una velocidad "que desafía mediciones".
Específicamente, según el portavoz de los bomberos, la conducta del incendio "no tiene precedentes" y el fuego avanzó tan rápido que desconocen "cuán grande es ahora".
De hecho, durante la noche se reportó una "lluvia de cenizas encendidas" sobre la ciudad de Walsenburg, 75 kilómetros al este del centro del incendio.
Los bomberos locales debieron talar árboles, usar espuma retardante y retirar con palas las cenizas de los techos de las casas para evitar un incendio en esa ciudad.
Brack insistió en la imagen de una "inundación de fuego", agregando que el humo ya se parece a "nubes de tormenta".
Además, dijo, el costo para la vida salvaje es "devastador", y la única buena noticia es que hasta el momento no se debió lamentar ni muertos ni heridos en seres humanos.
Debido al tamaño del fuego, la nueva estrategia se enfocará en evacuar a las personas y poner en marcha un proceso de recuperación después del incendio, afirmó Brack.
El segundo mayor incendio forestal en Colorado, West Fork Complex, quemó 42.000 hectáreas en el sur del estado en 2013. Se anticipa que en cuestión de días, y quizá horas, el incendio Springs superará esa marca.
El mayor incendio forestal en Colorado, el incendio Hayman, se produjo en 2002 cerca de Colorado Springs y quemó 55.000 hectáreas.