Autoridades de Estados Unidos emitieron alertas metereológicas con bandera roja y ordenaron nuevas evacuaciones, luego de una serie de incendios forestales avivados por fuertes vientos y altas temperaturas que arrasaron con miles de acres en California.
El último incendio se expandió el sábado en el Condado de Yolo y el domingo en la tarde había abarcado cerca de 22.000 acres (9.000 hectáreas), con 0% de contención, según bomberos de California (Cal Fire).
Más de cien vehículos de bomberos y una docena de helicópteros trataban de combatir las llamas. El fuego cruzó el domingo por la tarde al condado de Napa.
Otros incendios activos incluyen uno en el condado de Lake, que arrasó con 14.150 acres antes de que los bomberos pudieron contenerlo el domingo por la mañana en 73%. Mientras que otro fuego en el condado de Joaquin se expandió unos 12.300 acres y fue contenido en 75%.
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El año pasado fue el más mortífero que hayan dejado los incendios en California.
Un incendio dejó en diciembre dos personas muertas en Santa Barbara y destruyó más de 1.000 edificios, incluidos casas con valor millonario, y quemó 259.000 acres. Ese fue considerado el tercer incendio más destructivo desde 1932.
Cerca de 40 personas fallecieron en los incendios de octubre en las regiones vinícolas de los valles de Napa y Sonoma, en el norte de San Francisco, que arrasó con 245.000 acres forestales y destruyó más de 7.000 casas y edificios.