Mientras miraba una sala de espera llena de pacientes, en su mayoría mujeres, trabajando en la sala de operaciones de una clínica de Hialeah, Fallon Freeman dijo que sentía la necesidad de levantarse y dejar lo que a ella le parecía una línea de montaje de cirugía estética.
Pero irse significaría perder los 5.000 dólares que Freeman ya había pagado para eliminar el exceso de grasa de su espalda y estómago, y luego lo habría injertado en su parte trasera, un popular procedimiento quirúrgico en el sur de la Florida conocido como levantamiento de glúteos brasileño.
"Todos entraron y salieron corriendo", dijo Freeman, de 36 años, esta semana. "Fue como una tienda de chuletas. Entras en una habitación, te empujan y se mete a otra chica".
Freeman dijo que estaba conmocionada por el interior de la sala de operaciones de Encore Plastic Surgery, que ha cambiado su nombre dos veces desde su operación en marzo de 2016 y ahora lo hace Jolie Plastic Surgery.
"Había vendajes manchados de sangre debajo de la mesa de operaciones y sangre salpicada en las paredes", dijo acerca de la clínica, que se ha relacionado con numerosas lesiones y muertes de pacientes en el pasado. Las inspecciones estatales previas de la clínica han revelado violaciones de salud y seguridad.
Freeman se sometió a la cirugía y viviría para arrepentirse. Ella contrajo una infección MRSA, que es una bacteria resistente a los antibióticos, y quedó con profundas hendiduras en el estómago, cicatrices anudadas en la cintura y un bulto irregular en las caderas.
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Pero Freeman dijo que se siente afortunada de estar viva, especialmente después de enterarse de que el médico que realizó su cirugía, James McAdoo, realizó el mismo procedimiento en un paciente que luego murió en mayo de 2016, pocos meses después de la operación de Freeman.
"Me quedé impresionada", dijo Freeman. "Fue entonces cuando comencé a investigar y más tarde descubrí que no era cirujano plástico [certificado por la junta]".
Este mes, el Departamento de Salud de la Florida presentó una queja formal contra McAdoo, acusándolo de negligencia médica y falta de mantenimiento de los registros médicos de una cirugía que condujo a la muerte de Heather Meadows, una mujer de Virginia Occidental de 29 años.
McAdoo no respondió a las solicitudes de comentarios. Ryan Sanders, un abogado que representa a McAdoo en una demanda por negligencia médica presentada por un paciente diferente, emitió una declaración por escrito de que McAdoo no podía comentar sobre la queja del departamento de salud debido a la privacidad del paciente.
Según la queja del departamento de salud, McAdoo le falló a Meadows de varias maneras: al descuidar su examen físico antes de la cirugía, al apresurarse con ciertos pasos del procedimiento quirúrgico y al no aconsejar a Meadows que esperara un mes para someterse a la cirugía.
La queja del departamento de salud dice que Meadows fue aproximadamente dos meses después del parto cuando se sometió a la cirugía el 11 de mayo de 2016. "El estándar de atención requiere un estado mínimo postparto de tres meses para el paciente", dice la queja.
Además, la queja dice que los registros de anestesia de McAdoo indican que Meadows estuvo bajo sedación general durante 105 minutos y que el procedimiento quirúrgico duró aproximadamente 55 minutos, aunque McAdoo había indicado al departamento de salud que la operación generalmente dura de 90 minutos a dos horas.
Pero el detalle más revelador en la queja del departamento de salud es que McAdoo supuestamente inyectó la grasa que extrajo del cuerpo de Meadows en su "vena glutática profunda", dijo la Dra. Pat Pazmiño, cirujana plástica certificada y presidenta de la Sociedad de Plásticos de Miami. Cirujanos, que revisaron el documento a petición del Herald.
Meadows murió de coágulos de grasa en el pulmón y el corazón, lo que provocó la falla de los órganos, según el informe de la autopsia del médico forense de Miami-Dade.
"Esa es la gran razón", dijo Pazmiño, explicando que los coágulos viajaron a los órganos a través de la vena glutteal.
La madre de Meadows, Tammy Meadows, entabló una demanda contra Encore Plastic Surgery en el tribunal civil de Miami-Dade en noviembre de 2016. El caso está abierto y programado para juicio en agosto, y aunque la demanda nombra a McAdoo como el médico que realizó su cirugía, él no es un acusado en el caso, aunque es posible que se haya conformado con la familia.
Freeman, la paciente que supo de la muerte de Meadows después de su propia cirugía, dijo que descubrió el incidente cuando regresó a la clínica de Hialeah para ver a McAdoo unos tres meses después de su procedimiento.
Freeman dijo que no estaba contenta con los resultados de la cirugía y que quería pedir una revisión.
"Fue muy abultado", dijo, "y mis caderas eran desiguales".
McAdoo estaba adentro, dijo ella, pero él se negó a verla. Freeman, que vive en Florida Central, dijo que se vio obligada a endeudarse para someterse a una cirugía para reparar el trabajo a través de un médico diferente.
Freeman, una madre de cinco hijos que trabaja como asistente médico en un hospital de Florida, dijo que antes de su cirugía, nunca pensó en investigar a su médico o Encore Plastic Surgery.
"Estoy pensando que es un negocio legal en Miami. El nombre está afuera. Están publicitando", dijo. "Se sintió como ir al dentista. No piensas cuando haces eso, 'Déjame buscar y ver si este dentista tiene una licencia'. No piensas: 'Tengo que investigar a este médico y asegurarme él es un médico real "antes de ir allí".
