PAHOA, Hawai, EE.UU. (AP) — Los pozos de producción de una planta geotérmica amenazada por la erupción del volcán Kilauea fueron anulados para evitar la filtración de gases tóxicos, dijeron las autoridades hawaianas.
La lava procedente de una nueva grieta volcánica entró, y se detuvo después, en una propiedad de 329,8 hectáreas (815 acres) donde los pozos de Puna Geothermal Venture ocupan alrededor de 16 hectáreas (40 acres).
Los residentes estaban preocupados por el peligro que podría suponer que el magma fluyese por las instalaciones de la planta, o por si el calor generado afectaba a los productos químicos empleados en el proceso de obtención de energía.
Diez pozos fueron “saciados” o enfriados con agua fría, y uno más quedó tapado con lodo. Como medida de seguridad adicional se añadió una capa metálica sobre ellos.
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La planta Puna Geothermal, propiedad de la empresa Ormat Technologies, con sede en Nevada, cerró poco después de la erupción del volcán el pasado 3 de mayo. La estación geotérmica aprovecha el calor y el vapor que emana de las capas internas de la tierra para mover turbinas que generan electricidad.
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En el proceso se emplea un gas inflamable llamado pentano, del que las autoridades retiraron 190.000 litros (50.000 galones) de la planta para reducir la posibilidad de explosiones.
La planta geotérmica de Puna Venture (PGV, por sus siglas en inglés) suministra un 25% de la energía de la isla de Hawái y se encuentra cerrada desde el 3 de mayo, cuando entró en erupción el volcán en lo que los geólogos han considerado el peor evento vulcanológico del último siglo.
Unos 227.000 litros de pentano inflamable han sido retirados de la zona. Los trabajadores de la planta se encuentran ahora tratando de cerrar los tres pozos de las instalaciones, que tienen acceso a agua extremadamente caliente a unos 2.000 metros de profundidad, la cual permite el funcionamiento de grandes turbinas para la producción de electricidad.