Una mujer de California acusada junto con su novio de convertir un baño en una cámara de tortura para tres sobrinos de ella, de los que dos murieron de hambre y golpes, lloró cuando la condenaron a cadena perpetua.
Tami Joy Huntsman escuchó la sentencia por el asesinato de sus sobrinos Delylah, de tres años, y Shaun Tara, de siete años, el viernes pasado en una corte de Salinas, en California. Huntsman, de 42 años, y su novio Gonzalo Curiel, fueron juzgados por el caso. El hombre tiene audiencia de sentencia el próximo 29 de junio.
Los fiscales dijeron que los tres hermanos estaban "encerrados en un baño de cemento oscuro y frío, a menudo sin ropa, durante horas o incluso días”.
“Los niños no entendían por qué estaban siendo castigados. Cuando eran encerrados en el baño, estaban obligados a sentarse en un rincón que sus torturadores seleccionaron para ellos, y se les prohibía moverse, llorar o acurrucarse juntos para calentarse”, detalló el medio WPBF.
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Las autoridades fueron llamadas varias veces por preocupaciones de abuso infantil, pero los niños quedaron bajo el cuidado de Huntsman.
Los investigadores creen que Shaun y Delylah murieron el Día de Acción de Gracias en el 2015 debido a una combinación de traumatismos contundentes y desnutrición severa.
La hermana de los niños, identificada solo como Jane Doe, de nueve años cuando ocurrió el caso, sobrevivió al horrendo abuso y escribió una carta a la corte para perdonar a su tía. “En este momento me encantaría decir que perdono a Tami Huntsman y Gonzo (Gonzalo) Curiel por sus acciones”, escribió.
“Jane Doe recuerda una paliza severa en el baño, momento en el que vio a Shaun y Delylah incapaces de caminar, hablar o abrir los ojos. Escuchó una discusión entre Curiel y Huntsman esa noche en la que Curiel dijo que era todo culpa suya y que simplemente debería irse. Huntsman le suplicó que se quedara. Jane Doe nunca volvió a ver a su hermano o hermana con vida”, dijeron los fiscales.
Un jurado encontró a Curiel culpable de todos los cargos luego de deliberar durante menos de dos horas el mes pasado. Curiel era una persona "sádica" que "disfrutaba controlar y lastimar a los niños", dijo el fiscal Steve Somers. La jueza Pamela Butler condenó a Huntsman a dos cadenas perpetuas sin posibilidad de libertad condicional y a tres cadenas perpetuas.
Dijo a Huntsman que recibía esa condena por no hacer nada para evitar el abuso mental y físico que se creía fue perpetrado principalmente por Curiel.
“También te involucraste en eso y eras la adulta. Tú fuiste la responsable de proteger a esos niños, y les fallaste”, dijo Butler.