Luego de la calurosa bienvenida y una glamurosa cena privada entre parejas, Donald Trump y Emmanuel Macron pondrán a prueba su declarada amistad este martes, cuando aborden los varios temas que los dividen, especialmente el acuerdo nuclear iraní y la guerra comercial.
El mandatario francés, que ha hecho todo para nutrir una relación estrecha con un dirigente 30 años mayor y cuya visión del mundo es diametralmente opuesta, buscará influir en varios asuntos.
El martes en la Casa Blanca, los dos hombres se verán cara a cara en una reunión de media hora –en la que Macron buscará aprovechar su dominio del inglés–, que luego será expandida a sus asesores más cercanos por una hora.
Ese debería ser el momento clave de esta visita de Estado, la primera de un dirigente extranjero en la era Trump.
El lunes los dos hombres intercambiaron bromas y cumplidos, y juntos con sus esposas sembraron en el jardín de la Casa Blanca un joven roble ofrecido por el líder francés.
En su cena privada, hablaron de la situación económica estadounidense, "las encuestas del presidente Trump y la preparación para las elecciones de medio mandato" en noviembre, indicó la presidencia francesa. También conversaron sobre la regulación de internet, así como la lucha contra la radicalización y la lucha contra el terrorismo.
Pero también tocaron puntos de fricción como las tarifas que Trump quiere imponer a sus socios sobre el acero y el aluminio.
Macron y Trump han alternado en los últimos meses otras diferencias -el clima, el comercio, Irán- pero también alianzas, contra el Estado Islámico y sobre todo por las represalias conjuntas contra las instalaciones de armas químicas de Siria.
"Sobre el comercio, Siria y la lucha contra el terrorismo, tienen una voluntad de construir una agenda común", aseguró la presidencia francesa la noche del lunes, subrayando un nuevo "ambiente muy amigable y personal" en los primeros intercambios de los mandatarios en suelo estadounidense.
Pero nada se mencionó sobre el asunto más contencioso: el futuro del acuerdo nuclear iraní que el presidente estadounidense quiere desechar si no es endurecido para controlar la influencia de Teherán en Medio Oriente. Trump tomará su decisión el 12 de mayo.
Rusia, China y Reino Unido, cofirmantes junto a Alemania, han hecho llamados en los últimos días a mantener el acuerdo, por el que Irán renunció a desarrollar el arma atómica.
"No tengo plan B" para garantizar que Irán no obtenga la bomba nuclear", dijo Macron el domingo.
París quiere proponer a Trump un acuerdo complementario entre países occidentales que responda a sus inquietudes, pero poco optimista, la presidencia francesa estima que "las señales no son alentadoras", tomando en cuenta que el mandatario estadounidense ha públicamente prometido a su electorado que desechará el tratado iraní.
Macron recupera los fundamentos de la política exterior francesa
– Gala en la Casa Blanca –
Sobre las amenazas de tarifas sobre el acero y el aluminio europeos, París luce menos inquieto.
El gobierno francés espera que la excepción temporal que beneficia por el momento a la Unión Europea se volverá permanente, luego de que se venza este periodo especial el 1 de mayo.
"No se hace la guerra contra tus aliados", había expresado Macron el domingo.
La jornada del martes estará diplomáticamente cargada: tras las reuniones en la Casa Blanca y una conferencia de prensa común, Macron almorzará con el vicepresidente Mike Pence y John Sullivan, jefe interino de la diplomacia estadounidense, y luego asistirá a una ceremonia en el cementerio militar de Arlington.
En la noche, una fastuosa cena de Estado en honor del presidente francés reunirá a un centenar de invitados (según los medios estadounidenses) en la Casa Blanca, decorada para la ocasión con un bosque de ramas de cerezos en flor.
La lista oficial de invitados, así como el vestido de la primera dama Melania Trump, son hasta el momento un misterio. Pero el menú ya ha sido ampliamente detallado: tarta de queso cabra, cordero y tarta de duraznos. Y de beber, vinos del estado de Oregon de cepas originarias de Francia.
El miércoles, Macron hablará en inglés ante el Congreso estadounidense.