Toyota retiró este martes de las calles y carreteras de Estados Unidos sus vehículos autónomos a prueba tras el atropello mortal ocurrido este domingo en Arizona de un coche sin conductor de Uber.
La compañía automovilística japonesa suspendió las operaciones con vehículos autónomos a prueba que tiene en el área de San Francisco (California) y en Ann Arbor (Michigan), donde se encuentra el centro de investigación Toyota. Las otras tres operaciones en recintos cerrados —dos en Michigan y una en California— siguen en marcha.
"Les hemos dicho a nuestros conductores que se tomen un par de días libres para que podamos evaluar la situación", dijo al diario The New York Times un portavoz de Toyota. Aunque los vehículos autónomos funcionan solos, Toyota tiene a conductores e ingenieros en su interior por seguridad.
Una mujer murió la noche del domingo en Temple (Arizona) atropellada por un vehículo autónomo de Uber. Se trata de la primera muerte provocada por un vehículo sin conductor en EE UU.
Uber suspendió sus cuatro operaciones de conducción autónoma en América del Norte —Arizona, San Francisco (California), Pittsburg (Pensilvania) y Toronto (Canadá)— tras el atropello mortal. Según The New York Times, Ford y General Motors mantienen sus pruebas con vehículos autónomos pese al accidente de Uber.
Presentan demanda tras desplome de puente peatonal en Miami
El gobierno federal permite que cada empresa apruebe sus propias normas sobre las pruebas de vehículos autónomos, y muchas veces la normativa es elaborada a nivel estatal, publicó AP.
El Departamento de Transporte está considerando otras reglas voluntarias que según dice facilitarán la innovación. Pero la secretaria de Transporte Elaine Chao ha aclarado también que las empresas automovilísticas y las de tecnología deben calmar los temores del público en torno a los vehículos autónomos, al referirse a una encuesta según la cual el 78% de la gente teme montarse en esas máquinas.
La cantidad de estados que consideran leyes sobre vehículos autónomos ha ido en aumento de año en año, según expertos. Tan sólo en el 2017, 33 estados debatieron ese tipo de leyes.
California está entre los estados que obligan a los fabricantes a reportar cualquier incidente al departamento de control de vehículos en la fase de pruebas. Para inicios de marzo, la agencia había recibido 59 de esos reportes.