Nueva York, 13 feb (EFE).- El afgano nacionalizado estadounidense Ahmad Khan Rahimi fue sentenciado este martes a cumplir cadena perpetua por colocar varias bombas en 2016 en el popular barrio neoyorquino de Chelsea.
Un jurado de un tribunal federal en Nueva York le halló culpable el pasado octubre de ocho cargos que incluían el uso de armas de destrucción masiva y colocar bombas en lugares públicos, tras un proceso judicial que se extendió durante dos semanas.
En específico, Rahimi, de 30 años de edad, estaba acusado de colocar dos bombas en el barrio de Chelsea el 17 de septiembre del 2016, una de las cuales causó una treintena de heridos, aunque la otra fue localizada sin que hiciera explosión.
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Ese día colocó otra bomba casera en la localidad de Seaside Park (Nueva Jersey) que no causó heridos ni daños materiales, y el 18 de septiembre abandonó cinco artefactos más en una estación de tren de Elizabeth, en ese mismo estado, uno de los cuales estalló cuando un robot de la Policía lo desactivaba.
El fiscal federal Geoffrey S. Berman, del distrito sur de Nueva York, donde el terrorista fue juzgado, indicó en un comunicado que, inspirado en el Estado islámico (EI) y Al Qaeda, Rahimi "plantó y detonó bombas en las calles de Chelsea y Nueva Jersey para que pudiera matar y mutilar cuanta gente inocente".
Agregó que su convicción y sentencia "son victorias para la ciudad de Nueva York y la nación en la lucha contar el terror".
James O'Neill, jefe de la policía de Nueva York, afirmó que la condena a cadena perpetua "debe ser un fuerte freno para futuros actos de terror".
La fiscalía de Nueva York había señalado en los documentos presentados en el tribunal que Rahimi no había demostrado remordimiento por lo que hizo y que había tratado de radicalizar a otros prisioneros, a los que distribuyó propaganda terrorista, incluyendo lecturas de Osama bin Laden.
Al conocer hoy la condena, en una audiencia en la que estuvo una de sus víctimas, Rahimi aseguró que no albergaba rencor por nadie, según medios locales.