Las justicia estadounidense ejecutó a un hombre quién en el 2001 mató a balazos a sus dos pequeñas hijas para "vengarse" de su exesposa, madre de las menores, con quien se había separado y tenía una orden de alejamiento. El sujeto llamó a la progenitora de las niñas para que oyera cómo las asesinaba a sangre fría.
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En el 2001, John Battaglia cometió un horrendo crimen al asesinar a sus dos hijas, de 6 y 9 años, y todo para vengarse de su exesposa.
Mary Faith y Liberty fueron asesinadas el 2 de mayo de 2001 durante una visita que le hicieron a su papá en Dallas.
Por ello, la justicia de Estados Unidos determinó darle la máxima pena, o sea la ejecución por lo que fue declarado muerto la noche del viernes a las 9:40 pm tras recibir una inyección letal en la prisión de Huntsville. "Hola Mary Jean", fueron las últimas palabras del asesino.
John Battaglia se enteró que su exesposa, Mary Jean Pearle, lo había denunciado por amenazas, por lo que al violar su libertad condicional podía llevarlo de vuelta a la cárcel, señaló Ojo.
Él había sido condenado en 1999 por agredir a Pearle durante la Navidad, pero salió en libertad condicional bajo el compromiso de no hablar, ni amenazar, ni acosar a la mujer ni a las niñas.
Sin embargo, John Battaglia violó esas condiciones e hizo una llamada a su exesposa que le significó una denuncia por amenazas.
Aquel 2 de mayo, el asesino recogió a sus hijas en un parque de Dallas en el que Pearle las había dejado para la visita y se las llevó a su casa. Minutos después, llamó a Pearle e hizo que Mary Faith, la mayor, le preguntara: "Mami, ¿por qué quieres que papi vaya a la cárcel?".
De inmediato, John Battaglia las mató y la madre escuchó todo desde su teléfono. El asesino ya había huido cuando la Policía llegó a su casa y encontró los cadáveres, pero lo detuvieron horas más tarde en un salón de tatuajes, después de que se grabara dos rosas en el brazo simbolizando a las niñas que acababa de asesinar.
