PHOENIX (AP) — Conocido por sus parrandas con abundante alcohol y su conducta de payaso, durante siete años el representante republicano Don Shooter fue una presencia ineludible que ejercía bastante poder en el capitolio estatal de Arizona. La cámara baja estatal lo expulsó de sus filas por sus actos reiterados de violencia sexual.
Los rumores frecuentes sobre el agricultor de Yuma eran descartados como meras bufonadas de un patán, pero eso cambió en octubre, cuando el movimiento #MeToo impulsó a millones de mujeres a difundir sus experiencias con el acoso o la violencia sexual a través de las redes sociales.
La representante Michelle Ugenti-Rita acusó entonces a su correligionario republicano Shooter de proponerle relaciones sexuales y hacer comentarios constantes sobre sus senos.
Impulsadas por el movimiento que estalló tras el reportaje del diario The New York Times sobre el magnate del cine Harvey Weinstein, las denuncias de mujeres contra Shooter _cabilderas, una periodista, otras legisladoras_ se sucedieron a un paso vertiginoso.
"Esto comenzó hace años cuando el señor Shooter empezó a hacer comentarios y gestos improcedentes a la gente y culminó hoy", dijo el presidente republicano de la cámara, J.D. Mesnard, después de que el jueves se aprobó la expulsión de Shooter por 56 votos contra tres.
"Sin duda, el movimiento #MeToo y la mayor conciencia aquí y en todo el país sobre problemas de acoso sexual y transgresiones similares proyectaron esto a primer plano".
Otros legisladores que enfrentaron denuncias similares en todo el país fueron despojados de puestos jerárquicos, renunciaron o anunciaron que no se presentarían a reelección.
Shooter no hizo nada de esto. Fue una figura poderosa como presidente de la comisión de asignaciones del Senado y a partir de 2017 en el mismo puesto en la cámara baja. Noche tras noche durante el período de sesiones, los cabilderos lo llevaban a cenar a los mejores restaurantes.
La última noche del período de sesiones, su oficina se convertía en un verdadero bar donde el alcohol fluía libremente y Shooter se disfrazaba con sarape y sombrero mexicano.
Al comenzar el voto de expulsión de un legislador _el primero de su tipo en Arizona en casi tres décadas_ Ugenti-Rita y legisladoras de ambos partidos formaron un círculo, tomadas de las manos o abrazadas.
Shooter fue el primero en hablar, votó contra la medida, dejó caer su micrófono y salió.
Una hora después, se aprobó su expulsión. Otro republicano ocupará la banca durante los 11 meses que restan de su período.