Roban más de un millón de dólares de cajeros automáticos de EE.UU con el método ‘jackpot’

Delincuentes informáticos han robado más de un millón de dólares de cajeros automáticos de todo Estados Unidos forzando a las máquinas a "escupir" el dinero como si fueran máquinas tragaperras

Un alto cargo del Servicio Secreto estadounidense, Matthew O'Neill, explicó en declaraciones a Reuters que los responsables, posiblemente vinculados a organizaciones criminales internacionales, han perpetrado al menos media docena de golpes

Trump defiende logros y define prioridades en discurso ante el Congreso

Esta es la primera vez que se detecta este tipo de ataque en Estados Unidos, indicó O'Neill, quien apuntó a casos anteriores en Europa o América Latina. 

"Era solo cuestión de tiempo que pasara aquí", reconoció. Las empresas fabricantes de cajeros Diebold Nixdorf Inc y NCR Corp habían alertado la semana pasada de ataques con herramientas utilizadas en estos ataques tipo "jackpot", en referencia al premio que dan las tragaperras. Concretamente, Diebold Nixdorf había informado de la detección de intentos de ataque cambiando el disco duro o utilizando un endoscopio industrial para alcanzar el interruptor que reinicia la máquina

Una alerta confidencial del Servicio Secreto emitida el viernes advertía de que los cajeros con Windows XP eran más vulnerables que los de Windows 7, por lo que instaban a actualizar los cajeros. Sin embargo, O'Neill reconoció este lunes que en las últimas 48 horas ha habido ataques exitosos contra cajeros con Windows 7.

 

En contexto

Muere carpintero tras ganar un millón de dólares a la lotería

Donald Savostano, un carpintero de 51 años que vivía en Sydney (Nueva York, Estados Unidos), ha muerto tres semanas después de ganar un millón de dólares a la lotería, informa NYup.

A principios de diciembre, el fallecido empleó 10 dólares para adquirir un billete de lotería y, al raspar su superficie, se dio cuenta de que había obtenido un gran premio.

Las reglas indican que el ganador recibe la suma en pagos fraccionados durante varios años o de manera inmediata, con una deducción. Savostano optó por la segunda opción, así que le entregaron un cheque por 661.800 dólares el pasado 4 de enero.

El afortunado explicó a los periodistas que no tenía un plan de pensiones, así que ese dinero le ayudaría a comprar una nueva camioneta, pagar sus deudas e invertir en su futuro.

Sin embargo, varios días más tarde le diagnosticaron un cáncer terminal y murió el pasado 26 de enero.