Chicago, Estados Unidos | AFP | El director del programa de deportes de la Universidad estatal de Michigan (MSU), donde el condenado Larry Nassar trabajó de médico, renunció el viernes mientras se intensificaban las presiones en busca de respuestas sobre cómo pudo persistir el abuso durante décadas.
El presidente de la universidad renunció el miércoles en la noche, una horas después de que Nassar fue sentenciado a 175 años de cárcel, entre llamados a consulta del Congreso y renuncias.
Mark Hollis, director del prestigioso programa intercolegiado de atletas de la MSU desde 2008, dijo el viernes que también dejará su puesto.
"Ha sido un honor absoluto dirigir el Departamento de Atletas durante la última década. Dicho esto, hoy estoy anunciando mi retiro", dijo Hollis en un comunicado.
El anunció siguió a siete días de alegatos en una corte en Lansing, Michigan, donde unas 160 mujeres dieron sentidos testimonios.
Las mujeres describieron con detalle los abusos de Nassar y el sufrimiento que les infringió, y en algunos momentos apuntaron a fallas de autoridades de la MSU y de instituciones de atletas amateurs para detener al médico.
La MUS quedó bajo vigilancia, en particular por una investigación en 2014 que invalidó las acusaciones contra Nassar que hicieron algunas mujeres que reportaron haber sufrido abusos años atrás, a quienes no creyeron.
Los senadores demócratas Jeanne Shaheen y Gary Peters pidieron esta semana una investigación del congreso para saber quién es el responsable de no haber parado a Nassar.
La NCAA, una entidad que supervisa los deportes universitarios, abrió una investigación a la MUS por el manejo del caso, y la junta de gobierno de la universidad ha estado bajo críticas por su responsabilidad en la crisis.
"No estoy huyendo de nada, estoy yendo hacia algo. Consuelo, compasión y entendimiento para las víctimas y para nuestra comunidad; unión, tiempo y amor para la familia", dijo Hollis, al agregar que cooperará con todas las investigaciones.
El Comité Olímpico de Estados Unidos demandó el jueves que renuncie la junta de consejo de gimnasia de Estados Unidos, y tres de sus miembros ya lo han hecho.
El comité también prometió una investigación independiente.