En el estado estadounidense de Nueva Jersey, decenas de personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares durante una tormenta de nieve después de que una fuga de monóxido de carbono causara la muerte de una adolescente y la intoxicación de al menos 41 personas.
Una menor de 13 años ha muerto y tres de sus familiares se encuentran en estado crítico.
Cierran aeropuerto JFK de Nueva York por fuerte tormenta de nieve
La fuga del gas venenoso tuvo lugar en un edificio donde hay 12 apartamentos, informan medios locales. Entre las 41 personas intoxicadas se encuentran 27 policías. La causa de la fuga se está investigando.
Aproximadamente 400 personas mueren anualmente en EE.UU. como consecuencia de la exposición al monóxido de carbono, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de ese país. En ocasiones el origen de las fugas son radiadores portátiles.
Los síntomas de envenenamiento por monóxido de carbono pueden incluir náuseas, dificultad para respirar y otros síntomas similares a los de la gripe.
En contexto
Declaran estado de emergencia en Nueva York por fuerte tormenta de nieve
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, declaró el estado de emergencia en varias zonas del estado, incluida la ciudad de Nueva York, ante la fuerte tormenta que se registra desde primeras horas de hoy.
"No es una tormenta de nieve normal, es una tormenta de nieve más vientos de gran velocidad, que crean una situación grave", afirmó Cuomo en una rueda de prensa para dar información actualizada del temporal.
El estado de emergencia afecta a toda la región sur del estado, que incluye la ciudad de Nueva York y la zona de Long Island, y permite a las autoridades, entre otras cosas, adoptar decisiones que se antepongan a las de las administraciones locales.
También otorga al estado poderes especiales para luchar contra el temporal, sin necesidad de recurrir a aprobación legislativa, y contratar directamente recursos o equipos que sean necesarios por la emergencia meteorológica.
Cuomo señaló que, en principio, no está planteada la posibilidad de suspender el servicio en el metro suburbano de la ciudad de Nueva York, que utilizan a diario millones de personas, ni el tráfico en las carreteras del estado.